contador de visitas gratis

EL CAMINO DE LAS 40 HORAS

Amigos y amigas. Asumido el golpe que significó el rechazo en bloque, de la oposición a
la idea de legislar la reforma tributaria. El ministerio de Hacienda, con Mario Marcel a la cabeza,
se ha puesto manos a la obra, para buscar posibles puntos de consenso, con el sector
empresarial, con miras a reimpulsar el proyecto. No está claro aún, si se logrará generar un
ajuste, que permita, por un lado, financiar la pensión garantizada universal, el plan de sala cuna
universal, y otros planes y programas, a que estaba destinada, o si dichos ajustes, impliquen
una morigeración, o una postergación en el tiempo de estos compromisos de gobierno. La
estrategia de endurecimiento, adoptada por la oposición, fue reforzada ya en dos
oportunidades por el ex presidente Piñera, quién en sendas declaraciones, ha llamado a la
derecha, a ser más duros con el gobierno. No resulta claro aún, si la estrategia de negar la sal y
el agua, provocando una virtual paralización de la agenda legislativa del gobierno, le va a
redituar en adhesión ciudadana a la oposición. Por lo pronto, aparece francamente disociada,
de la realidad económica, que empieza lentamente a mejorar. Se disocia también de la visión
del empresariado, que, si bien se mostró satisfecho, con el rechazo de la reforma tributaria
original, no batió palmas, ni mucho menos. Las cifras de recuperación de la inversión
extranjera, que fueron positivas el 2022, la contención de la inflación, respaldan la posición
empresarial, de pactar pronto, un nuevo marco, que de estabilidad a la actividad productiva. En
otras palabras, después del aplauso de los diputados de oposición, que rechazaron la reforma,
se ha abierto una serie de críticas, no sólo por lo infantil de esa celebración, sino por la
distancia que marcaba con la realidad de miles de pymes que serían beneficiadas, con la
reforma, y que se vieron frustradas.
En medio de un escenario más hostil, el gobierno intentará avanzar con otra de sus
reformas emblemáticas, la ley de 40 horas. La reducción de la jornada de trabajo semanal de 45
a 40 horas, que se ingresó en 2017, y que no tuvo avances durante la administración Piñera. La
semana que termina, en segundo trámite, se aprobó por unanimidad en la comisión de
Hacienda del senado, pasando a sala, para su votación esta semana. Sin lugar a dudas, en el
mundo laboral, es donde se conjugan todos los roles de la sociedad. Es la economía real, el
mundo de los ciudadanos de a pie, y los cambios que se proponen, en gran parte se hacen
cargo, de las dificultades que enfrentan trabajadores y empleadores, en el día a día. De los
aspectos que encuentro, son más atingentes, a la realidad actual, el proyecto incorpora:
-La reducción de jornada de trabajo de 45 horas semanales, a 40 horas, en forma gradual,
estableciendo así mismo que esta jornada máxima semanal, no podrá distribuirse en más de 6
ni en menos de 4 días. Lo que abre la posibilidad al establecimiento de jornadas de 4 días de
trabajo por 3 de descanso, en aquellos casos que la actividad productiva lo permita, y las partes
lo acuerden.
-Una banda horaria para trabajadores, madres y padres de niños y niñas de hasta doce años, y
las personas que tengan el cuidado personal de estos. Una banda de 2 horas en total, dentro de

la que podrán anticipar o retrasar hasta en una hora el comienzo de sus labores, determinando
así también el horario de salida al final de la jornada.
-Compensación de horas extras con días adicionales de feriado. Podrán pactarse hasta cinco
días hábiles de descanso adicional al año, los cuales deberán ser tomados por el trabajador
dentro de los 6 meses siguientes al ciclo en que se originaron las horas extraordinarias, para lo
cual el trabajador deberá dar aviso al empleador con 48 horas de anticipación. Si el trabajador
no los solicita en la oportunidad indicada corresponderá su pago dentro de la remuneración del
respectivo periodo.
-Modificación a la ley del SENCE, para desarrollar líneas programáticas y la ejecución de
acciones de capacitación, para empresas de menor tamaño, considerando entre otros,
programas asociados a la gestión del uso del tiempo, inserción de herramientas tecnológicas y,
en general, aquellos que permitan mejorar la empleabilidad de los trabajadores y la
productividad en estas empresas.
-Modificación a ley de la DT. Se crea la Unidad de Atención a la Micro, Pequeña y Mediana
Empresa. Que desarrollará, entre otras medidas, programas de cumplimiento asistido de la
normativa laboral, a través de solicitudes de fiscalización voluntarias por parte de estas
empresas, tendientes a prevenir o corregir infracciones laborales.
-Gradualidad. El proyecto de ley contempla un lapso para la entrada en vigencia de la reducción
de jornada. Se reducirá a 44 horas al primer año; 42 horas al tercer año y 40 horas al quinto
año, contados desde la publicación de la presente ley en el Diario Oficial.
El dialogo tripartito abierto en torno a la tramitación del proyecto de las 40 horas,
permitió sentar a la mesa, a los principales actores del mundo del trabajo. Para hacerse cargo
de las complejidades que tienen las relaciones laborales de hoy, hay que reconocer las
diferencias existentes entre cada nivel de empresa y sus trabajadores.
El gobierno del presidente Boric, ha trazado un camino para avanzar con su programa de
gobierno. “Dialogar hasta que duela”, una frase que resume muy bien, los sinsabores que ha
enfrentado, con una oposición reacia a hacer concesiones. Pero la esencia del gobierno, es la
Política, con mayúscula, aquella que invita a sentarse a la mesa, para celebrar acuerdos por el
bien de Chile. En ese camino, la aprobación de la ley de 40 horas en el senado, será una
muestra de lo que podría ser, un camino a seguir. El gobierno progresista, podría replicar la
experiencia de los diálogos tripartitos que se han dado en el ámbito trabajo. Para avanzar en
materia tributaria y pensiones, es conditio sine qua non, una convocatoria amplia, que facilite
acuerdos que los sectores conservadores no puedan rechazar.
Ernesto Sepúlveda Tornero