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SNACKS DESHIDRATADOS CON SELLO MAGALLÁNICO SE POSICIONAN EN EL MERCADO NACIONAL

Tras una necesidad de volver a lo autóctono, a las tradiciones de los ancestros de la Patagonia, es que nace la empresa Biguá Slow food de la mano de Carla Andrade. Emprendimiento regional apoyado por Corfo, que promueve el consumo de carne de origen patagónico, preparada con recetas que utilizan ingredientes naturales y locales, para personas que realizan actividades en áreas remotas.

Un componente importante de este emprendimiento, es la selección de sus carnes en sus preparaciones. Privilegian el libre pastoreo, buenas prácticas con los animales, un manejo sustentable de residuos y el cuidado del medio ambiente.

“Buscamos la manera de acercarnos a la comida real sin aditivos, preservantes ni otros compuestos y lograr mejores alimentos de forma sencilla, similar a la utilizada por los nativos y primeros colonos de la Patagonia. Queremos volver al origen, a lo natural, pero de una forma amigable con el entorno, trabajan con carnes que tuvieron una alimentación de libre pastoreo o silvestre, también verduras y frutas orgánicas de preferencia local”, indicó su creadora.

Línea de productos Jerky

La primera línea de productos son snacks deshidratados o jerky, de distintos tipos de carne regional como el vacuno, guanaco y cordero, además de un mix de vegetales orgánicos, marinados con diversos condimentos y vegetales logrando una propuesta innovadora en sabor.

En relación al tipo de carne es el marinado. En la línea de vacuno, existe natural y pimienta que son sabores clásicos, además de pebre y Carmenere, como sabores chilenos. Los snack de guanaco se ofrecen en forma natural, con pimienta o finas hierbas.

Los productos deshidratados se comercializan en distintos formatos: boxlunch 25gr; backpacker 50gr; fjord expedition 500gr y antartic expedition 1kl.  “Los sachet de jerky son una propuesta que aporta a la diversificación de la oferta de este tipo de productos, los cuales son demandados por los turistas que visitan la Región y los deportistas.”  Indicó Carla Andrade, emprendedora de Biguá Slow Food.