Si algo está claro en el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, es que todos trabajamos en pro de la felicidad y del mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Esto me hace pensar en una investigación que leí de la Universidad de Harvard que reveló el secreto de la felicidad.
La investigación está encabezada por el psiquiatra Robert Waldinger, quien concluye que el mensaje más claro en sus 78 años de estudio es que: las buenas relaciones nos hacen más felices y sanos. Ante eso menciona que las personas con más vínculos sociales, con la familia, amigos y la comunidad son más felices, más sanas y viven más que las personas que tienen menos vínculos. Las personas que viven rodeadas de amor y buenas relaciones se sienten más protegidas, tienen su cerebro más vivo y sus recuerdos son más nítidos.
Creo que las políticas sociales de nuestro Gobierno, tienen total y absoluta relación y sentido con esta investigación, ya que buscan promover un mayor bienestar con la familia y dentro de esta, en el fondo crear una alianza estratégica con la familia en todos los niveles. La idea es que si queremos atender a un niño, ojalá lo hagamos con la familia, a un adolescente, a un adulto mayor, a un discapacitado o cualquier tarea, queremos hacerla con la familia.
Estos días vivimos un cambio en el nombre de nuestro Ministerio que ahora es el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, que cabe mencionar que desde que asumió esta nueva administración ha sido un objetivo primordial de la política social, apoyar y fortalecer a las familias, generando condiciones que les permitan alcanzar la mejor calidad de vida posible a lo largo de las distintas etapas del ciclo de vida de sus integrantes.
Esto, ha sido una revolución, ya que este cambio incorpora además dentro de la población objetivo del trabajo del ministerio, a las personas y familias de clase media en riesgo de vulnerabilidad, aquellas que han progresado significativamente gracias a sus propios méritos y esfuerzo, pero que pueden verse enfrentadas a situaciones que las podrían hacer volver o llevar o a una situación de vulnerabilidad.
Y con esto yo les pregunto: ¿Cuál es el lugar donde las personas recibimos más amor, sustento, protección y seguridad? ¿Cuál es el núcleo fundamental y medio natural para el crecimiento, la formación, el bienestar y protección?
Y de forma inmediata me respondo: la familia, si la familia es la que nos da el primer apoyo para nuestro desarrollo integral, no sólo durante la infancia y adolescencia, sino también en la vida adulta y la tercera edad. En el caso de los niños, personas con discapacidad y adultos mayores dependientes, la familia siempre es el primer lugar de acogida y cuidado.
En resumen, éste es un Gobierno pro familia. Creemos que la familia es absolutamente fundamental. Lo dice nuestra Constitución: es el núcleo esencial de la sociedad y bien sabemos que es en ella donde encontramos nuestras mayores fuentes de felicidad.