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EL PUEBLO QUIERE UN RESPIRO

Amigos y amigas, esta semana estuvo marcada por trágicos y lamentables hechos delictivos, que impactaron en lo más profundo a la opinión pública nacional. El más publicitado, y con mayor repercusión, fue el ataque sufrido por un carabinero en Santiago. Se trata del Sargento segundo Carlos Retamal Jaque, quien había acudido a atender un caso de carreras clandestinas en San Antonio, y fue golpeado en su rostro con una gata hidráulica. El presunto autor de la agresión, se entregó días después, gracias a la presión ejercida en medios de comunicación y redes sociales, pidiendo a los asistentes su identificación. Se trata de un hombre de 24 años, conocido en redes sociales por su adhesión a grupos de ultra derecha. Como pocas veces antes, se produjo un inmediato y transversal rechazo a este hecho criminal, y fue ocasión para que el gobierno reafirmara su compromiso de lucha sin cuartel a la delincuencia. En palabras del propio presidente, “Seremos unos perros en el combate a la delincuencia”.  Desde ya, el aumento sustantivo de presupuesto a las instituciones de orden y seguridad, es un anticipo del compromiso asumido, para todo el mandato.

                Como hemos advertido en columnas anteriores, vivimos momentos de crispación, el clima político en Chile está más polarizado que antes del plebiscito del 4 de septiembre. Esta polarización se manifiesta de formas brutales. Lo vimos, cuando en medio de las muestras de dolor y de solidaridad con la familia y la institución de Orden y seguridad, políticos de ultra derecha difundieron un video trucado, con las declaraciones de la vocera de gobierno Camila Vallejo. En un hecho incalificable de mentira y manipulación, un acto artero, se extrajeron 10 segundos del video, donde la ministra hacía un llamado a los asistentes a la carrera clandestina. Señalando que se sabía que no habían tenido la intención de participar en un hecho como el que se produjo. Con el video editado, se daba a entender que la ministra estaba exculpando a priori a los responsables, de la trágica muerte del Sargento Retamal. Este video, fue profusamente difundido por dirigentes políticos de derecha, incluido el ex candidato presidencial José Kast. Fue transmitido en canales de TV abierta, y comentado en programas de opinión. Lo que es más grave, es que una vez detectada la manipulación, la noticia falsa, siguió repitiéndose y comentándose. Así estamos en Chile, amigos y amigas, todo sirve para tratar de sacar provecho. En este caso, todo sirve para pegarle al gobierno. Descubiertos en la mentira, lejos de echar pie atrás y disculparse, la ultra derecha, se lanzó a una nueva campaña. Cómo siguiendo el manual de Goebbels, para tapar una mentira, inventar otra. Y se encuentran hoy haciendo arqueología en twitter y otras redes sociales, para demostrar que los miembros del gobierno, han avalado la violencia en contra de carabineros de Chile.

Lamentablemente para nuestro futuro inmediato, la moderación, la prudencia, siguen ausentes. La altura de miras, también ausente poner el interés del país, por sobre todo. Ni siquiera las conversaciones para dar curso a un nuevo proceso constituyente, han estado exentas de este clima. Esta semana pudimos ver una escena patética, en el congreso nacional, en reunión de la “mesa paralela” a la mesa dirigida por los presidentes del senado y la cámara. Se produjo una reyerta a gritos, entre el diputado Gaspar Rivas y los demás integrantes, quienes, en sus palabras, serían defensores de la dictadura de Pinochet, y como tales, contrarios a modificar la constitución del dictador. Empujones para allá y para acá, terminaron expulsando a Rivas, a gritos de la sala. Quienes deben poner cordura en este sector, no lo hacen. Los partidos de derecha continúan en su estrategia dilatoria, pese a grandes avances en la definición de los ya famosos “bordes”, se niegan a suscribir el acuerdo en el mes de octubre. Se señala que no se quiere dar a entender un apoyo al “octubrismo”. Un argumento que suena más a una nueva excusa para seguir dilatando. Lo claro es, que un eventual proceso constituyente, requiere de una reforma constitucional, que deberá aprobarse por los 4/7 de la cámara y el senado. Proyecto que debe ser confeccionado y presentado por el gobierno. En este punto, podemos decir que la derecha sigue jugando a cuenta del 62% del plebiscito. Juega a cuenta de un capital que no le pertenece a ningún sector político. En esto, el gobierno es el más interesado, en que el acuerdo cuaje, y se pueda dar curso a un nuevo proceso. Los ecos de las protestas callejeras de 2019, siguen presentes. El impacto de la violencia desatada por grupos marginales, pero que produjeron enorme daño, aun se puede ver en distintas ciudades del país, y en la capital. Y lo que es más grave, que no se puede ni debe olvidar jamás, las cicatrices de la represión desmedida, las víctimas de violaciones de derechos humanos, por agentes del estado. Todo esto, es una advertencia para el mundo político, sobre todo para aquellos que se han rápidamente acomodado a una supuesta, nueva posición de poder. Nadie tiene clavada la rueda de la fortuna, y la posibilidad de un nuevo estallido, que, aunque sea menos masivo, pueda ser más violento y destructivo, es una posibilidad real.

Algo similar ha advertido, en entrevista de esta semana, el gran dirigente político socialista, y uno de sus grandes intelectuales, Luis Maira. Este afirma algo que pocos en la izquierda nos hemos atrevido a sostener en público. La izquierda, el progresismo, sufrió una derrota estratégica el 4 de septiembre, y para rehacerse de esta caída, es esencial asumir que parte de la plataforma programática, no es viable en este escenario. En particular, señala Maira, que el actual gobierno, debe incorporar cambios en la forma, asumiendo que inicialmente, se habría pecado de una suerte de arrogancia. Se debe ajustar el discurso a la nueva realidad del país, para convocar a los sectores moderados, a los sectores que tradicionalmente estuvieron con el progresismo, pero que se sintieron intimidados, o derechamente asustados por la propuesta constituyente. La suerte del gobierno dependerá de la capacidad que este tenga, para allegar apoyos a sus proyectos legislativos, que conciten mayor adhesión popular. Luis Maira, que mantiene una buena amistad con el presidente Boric, señala, que éste es muy buen conversador, y que siempre pregunta y toma nota, acerca de episodios de la historia política de Chile. Encuentra que el presidente, está consciente de los cambios que debe introducir en esta nueva etapa.

Cuando nos acercamos a un nuevo aniversario del estallido social, es totalmente atingente y relevante, asumir con realismo la situación actual del país. Vivimos una situación económica delicada, la alta inflación golpea a los hogares, los salarios reales se han estancado o han disminuido, versus el alza en el costo de la vida. El ciudadano de a pie está agotado, del estallido a la pandemia, y de ahí a la virtual recesión económica, no hay estómago ni nervios que resistan, sin riesgo de colapso. La clase política está en deuda con el pueblo de Chile. No se puede jugar con las expectativas de la gente. Todas las personas, sin importar su color político, o lo que votó en el plebiscito, esperan una mejora en sus vidas.  Esperan un alivio. Hoy no podemos esperar ese placebo, que fueron los retiros de las AFP, donde el alivio fue transitorio, y la dolencia continúa, y hoy nos tiene pagando los costos en inflación. No es, por tanto, sólo un alivio económico, de recibir más transferencias del estado, es sentir que por fin el país se enriela en un camino de paz, de concordia, que nos permita construir nuestras vidas en libertad, y prosperar. Esto es tarea del gobierno y de la oposición. Dejar atrás los egos, y construir juntos, el tiempo corre rápido, y la historia toca a la puerta.

Ernesto Sepúlveda Tornero