Si queremos cambiar las cosas, debemos ir siempre con toda la verdad por delante. Minimizar, ignorar o dejar pasar algunas cosas, siempre termina en dificultades.
Lo mismo debe pasar cuando se suscriben acuerdos de todo tipo. Acuerdos entre gallos y medianoche, que ni siquiera son conocidos por toda la población antes de ser adoptados. ¿ Porque demandar de todos el sometimiento a algo que ni siquiera fue discutido y/o conocido a cabalidad por la gente?
No puede sino llamar la atención y se hace necesario rechazar la descalificación virulenta hacia quienes, haciendo uso de su raciocinio, consideraron que el reciente proceso electoral era espurio y votaron nulo, en blanco o no se presentaron en el lugar de votación.
Se podrá estar de acuerdo o no con quienes asumieron esa decisión, pero de ahí a calificarlos como se hace es un error.
Varios fueron quienes rasgaron vestiduras, demandaron coherencia y respeto al pueblo cuando se suscribió el acuerdo por la paz social y una nueva constitución. Pero ojo, no lo suscribieron por que la gente lo ignorara, principalmente no firmaron pues no compartían el quórum que entonces se estableció para aprobar normas (2/3). Aún así, terminaron siendo parte del itinerario acordado y presentaron candidaturas cuando se eligieron los convencionales constituyentes.
2.- Los mismos que en el 2019 no suscribieron el acuerdo por la paz, a fines del 2022 fueron parte del acuerdo político tomado por todas las fuerzas con representación parlamentaria, que estableció una comisión de expertos para redactar un anteproyecto de constitución y el consejo convencional para refrendar, modificar o rechazar la propuesta de los expertos. 2 partidos con representación parlamentaria no suscribieron este acuerdo pero sí presentaron candidatos a la elección de consejeros. El partido de la gente y el partido republicano. Ya todos conocemos el resultado.
La falta de coherencia, pero por sobre todo la ignorancia de un pueblo sobre lo que se está viviendo, permiten cuestiones como las que estamos viviendo.
O hay cambios en la forma de vincularse con la ciudadanía o seguiremos mirando como nuestro pueblo, sin educación cívica, es presa fácil del populismo y el oportunismo.