contador de visitas gratis

CURSO DE ORFEBRERÍA ABRE NUEVAS PERSPECTIVAS A 10 INTERNAS DEL COMPLEJO PENITENCIARIO

Una semana después de que se acreditara a 20 internos del Complejo Penitenciario (C.P.) de Punta Arenas en el rubro construcción y servicios, con recursos del Ministerio del Trabajo, un primer grupo de mujeres privadas de libertad concretó un nuevo avance en materia de reinserción social, gracias a otra mancomunión de esfuerzos. Esta vez, la iniciativa benefició a diez internas de la Sección Femenina del C.P., a la fecha con escasas opciones de reinserción y uso del tiempo en reclusión, al no contar con oportunidades para talleres y formación en oficios varios similares a las de los varones.

El arte sería el detonante de dicha experiencia, como recurso alternativo para la reinserción de población penal vulnerable, y soporte para su resocialización. Este proceso demostró que las artes y oficios son siempre un refugio liberador, donde la persona puede crear, sentirse bien y trabajar. Así lo testimoniaron quienes participaron de este proceso, el cual se extendió durante tres meses, con clases dos veces a la semana, y que culminó con una ceremonia de certificación realizada este miércoles, encabezada por el Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Diego García, su similar de Justicia y DD.HH., Michelle Peutat, y la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Alejandra Ruiz.

Este taller fue impartido por la orfebre magallánica Natalia Avendaño (del Registro Nacional de Artesanos), el cual abordó distintas técnicas de joyería y les permitió la ejecución de varias piezas. Destacó que fue una experiencia nueva y muy gratificante, la cual le permitió apreciar muchos cambios a medida que avanzaban, y en especial al visualizar ellas que serían capaces rápidamente de hacer sus joyas gracias a esta entrega de herramientas.

Agregó que trabajaron mucho desde la memoria y la familia, ocupando técnicas y plasmando en todas las piezas nombres de sus hijos, familiares o parejas, así que “fue un buen taller para ellas y para mí. Nunca había estado en un contexto como este y me voy súper realizada la verdad, porque logramos mucho más de lo que tenía prometido”.

Para el Seremi de las Culturas, Diego García, esta certificación como seremía marca una línea de trabajo importante para Magallanes, ya que tiene que ver con el arte inclusivo. Subrayó el poder avanzar en garantizar el acceso a toda la población al arte y la cultura  –independiente del estado en que se encuentren-, dados los múltiples beneficios que conllevan las expresiones artísticas y culturales como herramientas de transformación social, al disminuir los niveles de ansiedad, estrés y de la violencia misma.

Asimismo, se perfila como una oportunidad de desarrollo laboral, y que favorece de paso la empleabilidad del sector cultural, y en particular la femenina (a través de esta artesana dedicada a la orfebrería), entendiendo el impacto negativo que trajo la pandemia para su sector.

La Seremi Michelle Peutat ratificó su plena coincidencia, al destacar que esto apunta a la seguridad ciudadana, uno de los principales objetivos del gobierno, dando cuenta también de un proceso de descentralización efectiva en materia de iniciativas a nivel de centros penitenciarios. “A mayor reinserción, son menores tasas de reincidencia y más seguridad para la comunidad, pero también por el efecto terapéutico de acompañamiento que tiene este tipo de trabajos para las internas del C.P. Y, el desarrollo de la labor de Gendarmería,  labor de custodia, de seguridad que debe realizarse en muy buenas condiciones y, por supuesto que esto propende un buen ambiente al interior de las unidades penales del país”.

A ello agregó el declararse un gobierno feminista, que busca reducir las brechas de género en toda la sociedad, incluido al interior de los recintos penitenciarios, y que también pone el foco en la reinserción, aspecto que fue también resaltado por la Seremi de la Mujer, Alejandra Ruiz: “recoger las necesidades de la diversidad de mujeres, y en este caso,  las internas, que están privadas de libertad. Porque ellas obviamente tienen derecho a la recreación, así como también a la cultura, las artes y el patrimonio”. Valoró esta iniciativa, que les enseñó un oficio para poder desenvolverse y reinsertarse laboralmente, y que sumada a otras les permita generar una autonomía económica.

Feliz se mostró, a nombre de las internas favorecidas, Josseline Rocamora, al agradecer este taller, ya que para ellas fue una sorpresa y algo muy novedoso: “nos sacó de este lugar, fue algo muy lindo para poder reinsertanos en la sociedad, muy bueno”. Se mostró partidaria que se impartiera anualmente, no sólo por una temporada corta, viéndolo como algo interesante, con materiales a su alcance y factible de implementar en el medio libre, de manera de poder formar su propia Pyme.

Finalmente, Lizet Hernández, Jefa del Área de Reinserción Social del C.P., indicó que este taller fue muy bien acogido, partiendo porque ellas mismas lo eligieron como algo recreativo y con muchas expectativas: “no solamente implica generar espacios dentro de la unidad, sino también que ellas tengan una oportunidad en la sociedad a la que van a salir. El conocimiento es fundamental y genera poder en las mujeres, sobre todo si están en una situación de falta de equidad, y les entrega herramientas fundamentales para ir nivelándose en las oportunidades que tengan afuera”. Más cuando estas habilidades les serán de utilidad para el desarrollo de un emprendimiento propio.