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Gremios del turismo exigen seguridad y terminar con la barbarie nocturna en el centro de Punta Arenas

Profunda conmoción provocó en los gremios del turismo magallánico la trágica muerte
del turista español José López Santiago (69 años), el pasado 31 de diciembre en pleno
centro de Punta Arenas, tras ser atropellado por un joven acusado por la fiscalía de
conducir en estado de ebriedad y bajo los efectos de las drogas.
“Es terrible lo que pasó. Entregamos nuestras condolencias a la familia y esta inseguridad,
falta de fiscalización y leyes blandas deben terminar”, expresó Paola Milosevic, presidente
de Austro Chile.
La representante de los gremios turísticos lamentó la falta de resultado de todas las
gestiones realizadas durante los últimos años ante las autoridades para poner fin a las
carreras clandestinas de automóviles, los ruidos y la inseguridad que reina en el centro de
la ciudad. “Esto debe terminar y entregar seguridad a todos los ciudadanos y turistas.
Necesitamos como ciudad y región dar condiciones de seguridad. Pero como la ley es
blanda, no se sanciona y se ha perdido todo respeto por el ser humano”, demandó Paola
Milosevic, quien agregó que la muerte del turista español no puede quedar impune.
El CLAMOR DE LOS HOTELEROS
José López se estaba hospedando junto a su familia en el Hotel José Nogueira. Marie
Louise Roux, gerente del establecimiento, comentó que “pedimos justicia para consuelo
de esta familia y de esos pobres niños que vieron morir de tan trágica manera a su
abuelo”.
Agregó que un hecho tan lamentable como el ocurrido provoca un gran daño a la
actividad turística local. “Somos un destino que ha vendido, además de la belleza de
nuestros paisajes, experiencias inolvidables que involucran nuestras costumbres, la calidez
de nuestra gente y la seguridad. ¿Dónde queda eso ahora”, se preguntó a la vez que
ratificó que las carreras y los ruidos de los autos han sido un reclamo de años de los
huéspedes del hotel, molestia que se ha traspasado a las autoridades en reuniones con el
alcalde y “recientemente con el secretario de seguridad; llamadas constantes a

Carabineros desde nuestra recepción, y la respuesta fue que no tenían la máquina que
mide ruidos; ahora la tienen; pero ahora no hay suficiente personal para perseguirlos”.
Emilia Manganiello, gerente del Hotel Cabo de Hornos, también lamentó la muerte del
turista español, hecho que, a juicio, pudo evitarse si en las calles de la ciudad existiera un
mínimo de control. Comentó que hace años vienen insistiendo ante las autoridades
locales la necesidad de controlar las calles durante la noche, debido a que los autos
tunning hacen invivible el centro histórico, pasando por encima los derechos de todos los
otros ciudadanos que quieren descansar; y, sumado a lo anterior, los hechos de violencia
que todo este descontrol ha traído en la ciudad.
“Incansablemente durante años hemos reclamado a las autoridades y siempre hemos
tenido la misma respuesta. Cuando ocurre un hecho importante o que trasciende en los
medios, por unos días se controla la situación parcialmente. Cuando pasan los días o ́se
enfría ́ el reclamo de la sociedad, volvemos a la barbarie de la calle. Lamentamos este
hecho que ha cobrado la vida de este señor, pero sinceramente creemos que todos
sabíamos que iba a ocurrir en algún momento. Creemos que es muy importante que
quienes tienen a cargo el orden público se hagan cargo de esta situación de una vez por
todas”, aseveró.
Finalmente exigió que las autoridades den una respuesta y solución definitiva a este
problema que aqueja a la ciudad hace años. “Esta vez le toca sufrir a una familia que vino
a visitarnos. Mañana puede ser un familiar nuestro. La gran pregunta es: ¿vamos a seguir
esperando que algo más pase?