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ESCASA PRESENCIA DE LOCOMOCIÓN COLECTIVA DURANTE NEVADA EN PUNTA ARENAS.

Por otra parte, se aprecia desorden y falta de fiscalización en calle Bories.

La primera nevada en Punta Arenas trajo consigo problemas a los usuarios de la locomoción colectiva mayor y menor: Número de máquinas insuficiente para cubrir la demanda, baja frecuencia y precios elevados en los taxis.
La tarde de este martes se registraron precipitaciones de nieve en la ciudad de Punta Arenas con los consiguientes problemas para los usuarios de la locomoción colectiva y taxis. A partir de las 17 30 horas se pudo apreciar aglomeraciones en los paraderos de la ciudad, en donde la gente debió permanecer durante largo rato expuesta a las bajas temperaturas por la falta de vehículos que cumplen (o no cumplen) con este servicio.
La baja frecuencia de los buses del transporte público fue notoria, a lo que se sumó la irregularidad en la cobertura de determinados recorridos. Es así que en el trayecto norte-sur se pudo apreciar, por ejemplo en varias ocasiones, la presencia de varios buses de la línea 5 en un mismo paradero, mientras que otros, como la línea 8, simplemente no circulaban.

Curiosamente, los taxis colectivos que cubre sectores similares a la línea 8 de buses, (sector bajo del Barrio Sur y Población Fitz Roy) como son los 14, 15, 20, 114 y 714 tampoco circulaban con la frecuencia necesaria. Cabe mencionar que este problema también se presenta en los horarios punta cuando la gente se dirige a sus lugares de trabajo, que podría atenuarse con un terminal alternativo a ubicar en la parte baja del sector sur en estos horarios.

Ante la falta de locomoción colectiva en la fría tarde, algunas personas optaron por trasladarse en taxi, y se encontraron con los habituales problemas de esta modalidad como son los taxímetros en los celulares que muchas veces no corren de acuerdo a lo que indica el letrero del parabrisas, y tampoco son parte del sistema V.O.T. (Validador Operacional de Transporte) obligatorio para usar la aplicación. Este sistema debe contar con un letrero y un código QR que los distingue y mediante el cual se puede obtener información sobre lo que se pagará al terminar el recorrido, datos del vehículo y del conductor, además de contar con botones de pánico. Hasta nuestra emisora llegaron también reclamos de auditores que utilizaron la modalidad UBER, que se supone es más barata, y sin embargo se cobraron tarifas al antojo de los conductores.

En resumen, una pequeña precipitación de nieve deja aún más en evidencia que el sistema de transporte de pasajeros requiere ajustes urgentes y severos.
Ya que hablamos de circulación de vehículos motorizados debemos mencionar el desorden que se produce en el centro de la ciudad a causa de conductores que se estacionan en segunda y hasta en tercera fila; fundamentalmente en calle Bories. En este sector es notoria la falta de fiscalización por parte de Carabineros o funcionarios municipales, donde se impone la ley del más fuerte o más osado. Estacionamiento en ambos lados de la calzada, barreras en las esquinas produciendo cuellos de botella sin duda afectan la salud mental de la gente y hace innecesario el límite de velocidad de 30 km/h.