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Besame besame mucho, que tengo miedo a perderte perderte después..» canta Andrea Bocelli

 Damos a conocer un hecho vivido recientemente, guardando sólo la identidad del reclamante, pues por el trato recibido hasta ahora podría sufrir represalias por exponer su situación. Aprovechamos de avisar a todos los progres que les gusta vivir a lo grande y también a los nuevos ricos que – al menos en las normas legales vigentes en casi todo el mundo – la esclavitud ya no existe y que las personas que trabajan en sus casas son seres humanos con deberes y derechos.
Se trata de una joven mujer, trabajadora de casa particular. Sus patrones 2 profesionales jóvenes. Cuida 1 niño y hace aseo.
De un momento a otro las cosas cambiaron en el hogar donde trabajaba.

2.- Luego de 3 años y meses de trabajo, y en circunstancias que la dueña de casa comenzó a usar lenguaje agresivo y desproporcionado, la trabajadora hace saber que no le gusta el trato. La dueña de casa le dice que está despedida y le pide que abandone la casa.
La trabajadora pidió su carta de despido y el pago de sus indemnizaciones. La maltratan verbalmente, la amenazan y finalmente le dan a entender que tienen relaciones como para conseguir que no pueda trabajar en ninguna optra parte.
Pone reclamo en la Inspección, hay comparendo, requiere abogado para la demanda, que le proporcionamos.
Nadie debe permitir el maltrato.
Los nuevos patroncitos, algunos muy progre, deben entender que tienen a su servicio a seres humanos no esclavos para todo uso. El trabajador se debe hacer valer.
Nadie se queda sin reclamar sus derechos