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SEGUNDA VUELTA: PAZ, ESTABILIDAD Y CRECIMIENTO

La sorpresa del resultado electoral de este domingo 21, sin duda muy pocos la esperaban, o esperábamos, que el candidato Boric obtuviera un par de puntos menos que el candidato Kast. Así mismo, la irrupción de un candidato con residencia en un país extranjero, y que, sin visitar Chile, desde su inscripción como candidato, lograra el tercer lugar en las elecciones. La tarea de Kast y Boric, es persuadir a los electores, que estuvieron con otras opciones, para hacer la diferencia, y vencer en un mes más.

Hoy se recuerda, el fantasma de la segunda vuelta de 2017, donde el FA obtuvo 20%, y un tibio apoyo al candidato de la centro izquierda, pavimentó la llegada de Piñera. Para disipar esos temores, en esta ocasión, el partido más importante de ese sector, el PS, llamó de inmediato a votar por Boric, en segunda vuelta. Se espera que, en los próximos días, se sucedan los apoyos del resto de los partidos de ese sector. Pero mas allá de la oficialización de las adhesiones partidarias, lo que debe despejarse a la brevedad, los temas que mas preocupación generan en la ciudadanía. Una agenda que se haga cargo de los problemas de seguridad y orden público. La preocupación por la inseguridad en calles y poblaciones, el combate a la delincuencia, son temas transversales. No existan izquierdas o derechas ni para las víctimas de la delincuencia. Es preciso, dejar el atrás el prurito de cierta intelectualidad, que justifican la delincuencia, estableciendo una relación causal, con las condiciones socio económica. Una postura extendida en el progresismo, y que, a la vez, demuestra un incipiente clasismo, asociando pobreza y delincuencia, en forma directa. Un contrasentido, que debe ser corregido, con claridad y firmeza.  Otra materia de honda preocupación ciudadana, es la estabilidad económica. Y más que áridos indicadores macroeconómicos, nos referimos a la estabilidad de las condiciones materiales de vida, de la masa multitudinaria de los trabajadores. La posibilidad de conservar el empleo, que por modestos que sean los salarios, son los que permiten la subsistencia. Un gobierno que aspira a garantizar derechos sociales, debe partir por garantizar lo que hoy se tiene. Es fundamental, ser claros y explícitos, para generar condiciones para el libre desarrollo de la actividad económica. El cuidado y promoción del empleo, es lo que proporciona una esencial estabilidad, al ciudadano de a pie. Así mismo, generar nexos activos, con los actores económicos, para compatibilizar la implementación de las nuevas normas regulatorias, con mejores condiciones para el desarrollo de los negocios                                  }

Sin lugar a dudas, existen temas incomodos para la izquierda, como el rechazo a la violencia en la araucanía, y la decisión de perseguir y detener a los grupos para militares, que operan allí. Existe una trampa en el discurso progresista, que le impide rescatar para la izquierda, temas tan esenciales para el desarrollo social, como es el de contar con seguridad interior, y con paz, como elemento articulador de las relaciones sociales.  Le corresponderá a Gabriel Boric, ser capaz de encarnar, un proyecto social y político, que, a la vez de perseguir transformaciones profundas de la sociedad, sea capaz de garantizar, las condiciones adecuadas para el pleno y total desarrollo de las personas. La paz y la libertad, son patrimonio de los demócratas del mundo, de quienes, como el progresismo chileno, combatió y derrotó a una dictadura.

Esa es la gran diferencia entre el proyecto de cambio que encarna Gabriel Boric, que pone en el centro al ser humano, con inclusión, con integración de las minorías y diversidades sociales y culturales. Por otra parte, la alternativa de Kast, ofrece una restauración conservadora, reducción de la protección o de los derechos consagrados a la mujer. Reducción de la capacidad reguladora del estado, reducción de servicios públicos, y reposición de un enfoque paternalista, y discriminador de la mujer, en la sociedad.

La centro izquierda, se ha visto mermada ostensiblemente en las elecciones parlamentarias, ha crecido el FA y el PC, también ha aumentado su representación la derecha, y ha irrumpido un nuevo actor, el denominado “Partido de la gente”, creado por el candidato Parisi. En la cámara de diputados la actual oposición obtuvo la mayoría, disgregada en distintos pactos y partidos. Sin embargo, el partido de la gente, está en condiciones de equilibrar en un sentido u otro, la mayoría existente. Se abre una posibilidad de generar una plataforma mínima, que permita confluir a las fuerzas políticas de izquierda y centro izquierda. En esa plataforma, la base de sustento, es un compromiso por traer la paz y la seguridad a los hogares y a las ciudades de Chile. Combate a la delincuencia, al narco tráfico.  Como requisito previo, a la construcción de una sociedad de derechos. El crecimiento económico, es imprescindible, para generar las condiciones sociales que el proyecto político ofrece.

El desafío del progresismo es hacer viable, una opción de transformación social profunda, que sea mas atractiva para las personas comunes y silvestres, que la opción conservadora del candidato Kast.  Es en esa candidatura de derecha radical, donde se albergan las mayores amenazas a las libertades individuales. A los derechos de las mujeres. A la paz social, con la agudización de los conflictos, y la militarización. Es una involución en el ámbito medioambiental, en el ámbito energético, en el plano económico, y en el ámbito laboral. El rechazo a la opción de restauración conservadora, que representa Kast, pasa además por algo fundamental, su negación permanente de las violaciones a los DDHH.  Ese sólo aspecto, representa una materia intransable para los demócratas chilenos, y no existe posibilidad alguna de relativizar su importancia. 

Con una centro izquierda dispersa en sinnúmero de opciones presidenciales, Gabriel Boric, deberá probar su liderazgo, y la capacidad de forjar una unidad capaz de superar la opción que representa al gobierno de Piñera, y su continuidad.  La gobernabilidad que Chile requiere, se juega en realizar los cambios sociales y políticos con gradualidad, pero en forma continua.  De este modo se facilita la transformación de la estructura productiva, para avanzar hacia el pleno desarrollo con estabilidad.

Ernesto Sepúlveda Tornero