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ESTUDIANTES DE OCEANOGRAFIA APRENDEN DESDE HACER NUDOS MARINEROS HASTA MANEJAR UN ROBOT SUBMARINO

Saber hacer nudos es una tarea no menor para un oceanógrafo, ya que con esta habilidad pueden atar adecuadamente los equipos con los que trabajan en el mar o incluso salvar su vida en caso de emergencia y trabajar seguros a bordo de una embarcación.

También es fundamental que, para las salidas a terreno, es decir para las navegaciones, sepan conceptos de operación de un robot submarino, puedan recolectar adecuadamente muestras, trabajar a bordo de una embarcación, instalar una red de recolección de plancton, manejar un winche para operar equipos, operar GPS, ecosondas, plotter, botellas oceanográficas, rastra, entre otros.

Todo esto están aprendiendo quienes participan en el Taller Aplicado de Operaciones Marinas, que se dicta para estudiantes y egresados de la carrera de Oceanografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).

El profesor a cargo del taller, José Merino, indicó que por ejemplo en el caso de los nudos “definimos cinco tipos, que entre la gran variedad que existen, son los más usados y útiles, y que pueden ser tanto para atar equipos como para temas de seguridad”.

Agregó que “les enseñamos también a manejar un ROV, que es una especie de submarino dirigido remotamente, en tiempo real. Este submarino tiene un cordón umbilical y desde la superficie se utiliza un monitor y una consola de control, entonces les enseñamos a operarlo pero también a desarmarlo, ensamblarlo, realizar reparaciones básicas, mantenciones preventivas y, resolver problemas que se pueden producir durante un crucero de investigación (expedición)”.

Además, los estudiantes aprenden a operar correctamente drones, “que se están ocupando mucho en investigación en ciencias aplicadas, por ejemplo, se puede sobrevolar una playa y contabilizar los lobos marinos presentes tomando imágenes de calidad resolución y/o usando cámaras térmicas. Otra de las clases permite aprender a usar un winche, que es básicamente un carrete que enrolla un cable, que permite descender instrumentos de medición o colecta de muestras, para luego subirlos a la superficie. Considerando que un winche puede ser energizado con un motor a bencina o electricidad, los alumnos deben ser capaces de operarlo y solucionar los problemas típicos que este tipo de equipos tiene”, detalló el académico.

Durante este mes los jóvenes van a realizar su primera salida a terreno, en el sector de Laguna Verde donde van a operar desde un bote a motor, “van a tener la oportunidad también de trabajar a bordo de una embarcación, llegar a los puntos designados y usar todos los equipos que les hemos ido mostrando en el taller. Deben hacer todo bajo la supervisión de los profesores, apoyando en caso de necesitar ayuda en caso de dificultades”.