El anuncio esta semana de un arancel del 50% que gravaría las importaciones de Cobre a los Estados Unidos, ha despertado con justa razón toda clase de temores e incertidumbres en Chile. Las autoridades desde el presidente de la república al presidente del directorio de CODELCO, Máximo Pacheco, se han mostrado confiados en que podremos sortear adecuadamente este obstáculo al libre comercio. Curiosamente, el anuncio de Trump, se dio un par de días
antes, del 11 de julio, conocido como Día de la dignidad, por conmemorar el día 11 de julio de 1971, el día de la nacionalización del Cobre. ¿Por qué es importante esto?, porque durante la mayor parte del siglo XX, estas riquezas estuvieron en manos de compañías privadas extranjeras. En el caso del cobre desde comienzos del siglo XX, los principales yacimientos eran controlados por empresas de origen norteamericano. La relación del estado de Chile con estas empresas estuvo marcada por controversias y tensiones, derivado de que los yacimientos constituían verdaderos enclaves extranjeros en el país. Desde la segunda mitad del siglo XX, impulsado por la ola de ideas reformistas y revolucionarias que azotaba el continente, surge con fuerza la idea de recuperar las riquezas básicas para el país. El gobierno del presidente Eduardo Frei Montalva, acometió desde 1964 el proceso de “Chilenización” del cobre. Este proceso permitió la incorporación de ejecutivos chilenos en la dirección de la gran minería, y la intervención del estado, a través de una asociación con el capital extranjero. Se proponía incrementar la producción, a través de fuertes inversiones, y asimismo, proponía la refinación completa del Cobre en Chile. En medio de este proceso, la Sociedad nacional de Minería, intervino para aportar una mirada técnica y para promover la inversión extranjera. Sin embargo, el inicio de un ciclo de altos precios del Cobre, y ante un incremento cuantioso de las utilidades de las trasnacionales
norteamericanas, se instaló en la opinión pública la urgencia de avanzar hacia la nacionalización total.
Al término del gobierno de Frei Montalva, se había avanzado en conversaciones para una especie de nacionalización pactada, pero fueron las candidaturas de Radomiro Tomic de la DC, y Salvador Allende de la UP, quienes recogieron en la campaña presidencial de 1970 este tema. Con la victoria de Allende y la UP, la nacionalización del Cobre, tuvo un gran impulso, y en breve plazo se transformó en realidad. El 11 de julio de 1971, el Congreso Nacional aprobó, con muy pocas modificaciones y por votación unánime, la Ley N.° 17.450 que estatizó la gran minería del cobre,
y creó La Corporación Nacional del Cobre (CODELCO), completando el proceso de adquisición que había iniciado el Estado de Chile durante el gobierno de Frei Montalva.
Para conmemorar la nacionalización del cobre, en julio de 1971, el Banco Central de Chile aprobó la emisión de billetes conmemorativos de quinientos escudos, que por primera vez representaban a un minero con su casco, y en el reverso se representaba la mina de Chuquicamata. Ese billete fue conocido popularmente como “El minero”, por la imagen del obrero y llevaba la siguiente leyenda: “11 de julio de 1971, día de la nacionalización del Cobre, Salitre y Hierro”.
Huelga decir la importancia que ha tenido para nuestro país, que la principal riqueza minera se encuentre bajo pleno dominio nacional. CODELCO es hoy la principal empresa productora de Cobre del mundo, y Chile es el principal país productor, tanto con la producción estatal como con la producción privada. Según la memoria anual de 2024 CODELCO produjo 1.441.886 toneladas de cobre. Posee 15.831 trabajadores de dotación propia, de los cuales 2.804 son mujeres. A su vez cuenta con 59.564 trabajadores de empresas contratistas prestando servicios en sus distintos
yacimientos y divisiones. CODELCO se rige por la ley de S.A para efectos de su supervisión y control de autoridades del mercado financiero, pero de acuerdo a la ley que le dio origen, es una empresa autónoma del estado. El estado de Chile es su único dueño, y por ende un decreto del Ministerio de Hacienda, establece que debe traspasar al fisco de Chile, el 100% de sus utilidades año a año.
El 7 de julio de 2016 se publicó en el diario oficial la Ley 20.929, originada en moción de los senadores Alfonso De Urresti, Isabel Allende, Hernán Larraín y Felipe Harboe, en ella se instituye el día 11 de julio de cada año, como el Día de la dignidad nacional, en recuerdo y homenaje al día de la nacionalización del Cobre.
La actual administración ha puesto paños fríos al anuncio de aranceles al Cobre. Aparentemente nuestra condición de principal productor del mundo, abre posibilidades en otros mercados, si en el peor de los casos, que ojalá no suceda, y se cierra el mercado estadounidense. Nuestro principal comprador de Cobre es China, y los Estados Unidos adquieren en Chile cerca de un 10% de sus requerimientos de Cobre fino. Por ahora lo que ha ocurrido a nivel mundial, es un alza inmediata del precio de nuestro principal commoditie, pero no existe certeza de cómo va a evolucionar en el
mediano plazo.
Un tema de la trascendencia que tiene el llamado, “Sueldo de Chile”, se tomará también la discusión de los políticos que están en campaña. Muy importante considerar la posición de cada cual, en relación no sólo de los aranceles de Trump. Sino también al rol que juega la estatal CODELCO. Spoiler: Hay quienes creen que CODELCO hay que privatizarla. Otros aplauden las medidas y la política comercial de Trump. Lo cierto es que al menos hasta marzo de
2026, serán las actuales autoridades quienes liderarán la negociación comercial con el gobierno de USA, y no se vislumbra nada fácil el escenario. Baste ver qué países grandes y poderosos, están recibiendo un tratamiento similar.
El día 11 de julio, que fue instituido por ley como el Día de la Dignidad nacional, debiera celebrarse en todas las escuelas y liceos de Chile, ser motivo de estudios y seminarios en nuestras universidades. También debiera ser recordado por los políticos, en particular porque un tema de la complejidad del proceso de nacionalización de nuestra riqueza, fue aprobado en forma unánime. Por un congreso de conformación diversa, donde el gobierno estaba en minoría. Por un objetivo superior, se unieron moros y cristianos, y abrazaron la idea de recuperar para todos los chilenos
y chilenas, la riqueza mineral que alberga nuestra tierra.
Pensando en los miles de hombres y mujeres que, con su esfuerzo, hacen grande a Chile, en cada yacimiento mineral del país, a los que están en fundiciones y en el desarrollo de nuevos proyectos, esperamos que se tomen las decisiones más convenientes para salvaguardar el interés nacional.
Ernesto Sepúlveda Tornero