Los permisos sindicales están consagrados en la ley y tienen un objetivo concreto.
Permitir que los dirigentes puedan cumplir con aquellas tareas que les implican salir de la empresa.
Pero como toda ley minimizadora, la chilena junto con facultar una cantidad de horas semanales para esto, libera al mismo tiempo a la patronal del pago de ese tiempo no trabajado, el que debe ser pagado por el sindicato.
La legislación establece que la horas para cumplir estas funciones fuera de la empresa no pueden ser inferiores a seis por cada director, las que se amplían a ocho horas por semana si el sindicato tiene más de 250 asociados .
Las horas son acumulables por cada director dentro del mes calendario y cada director puede ceder a los otros, parte o todo el tiempo que le corresponda.
Los directores sindicales que son dirigentes de una federación o confederación dispondrán de diez horas semanales acumulables en el mes calendario.
El pago de las horas sindicales es, como ya dijimos, de cargo de la organización sindical respectiva, y puede hacerse cargo del empleador si se demanda en el proyecto de contrato colectivo.
2.- Lo anterior en ningún caso anula la gestión del dirigente dentro de la empresa, por lo mismo hay que estar muy atento para impugnar aquellas normas de los Reglamentos internos, que indican que el dirigente no puede desarrollar sus actividades durante su jornada de trabajo .
Sobre este punto los abogados han sido muy claros al sostener que los dirigentes si pueden cumplir con su rol mientras trabajan cuidando
«no entorpecer el funcionamiento de la empresa injustificadamente, de esta forma no pueden hacer reuniones periódicas en horario laboral, pero sí un socio tiene una emergencia el dirigente está facultado para colaborar, ejemplo típico el trabajador es citado a la oficina para despedirlo y el dirigente lo acompaña para asesorar».
Conociendo derechos, mejoramos la gestión.