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ROBERTO GARRETON MERINO: UN LEGADO DE ETICA Y COMPROMISO

Ha fallecido esta semana a los 80 años, Roberto Garretón Merino abogado de la Universidad de Chile, defensor acérrimo de los DDHH en nuestro país desde el inicio de la Dictadura Militar, un hombre que puso sus conocimientos y sus principios al servicio de los/las perseguidos/as ante los Consejos de Guerra. Inmediatamente ocurrido el Golpe de Estado de 1973 no dudó en asumir un rol activo en la defensa de los miles de detenidos que por razones ideológicas eran considerados potenciales acusados de delitos que nunca cometieron, se  incorporó al Comité Pro Paz para asumir la defensa y la protección de personas perseguidas por la Dictadura mediante un trabajo incansable de recopilación de antecedentes y la presentación de recursos de amparo por cada persona detenida desaparecida y prisioneros/a políticos/a retenido desde el año 1973. Esos antecedentes permitieron a organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas, demostrar las masivas y sistemáticas violaciones a los derechos humanos en el país. Fue tal su compromiso con su tarea de defensa y denuncia de estos delitos de lesa humanidad que incluso fue requerido por la justicia militar por “ofensas a las fuerzas armadas” y encargado como “reo”, enfrentando amenazas personales y a su familia para detener sus acciones de defensa de los derechos humanos. En este incansable esfuerzo por alcanzar la plena justicia tuvo un papel activo en acciones judiciales en torno al proceso de extradición de Augusto Pinochet. Al recibir el Premio Nacional de Derechos Humanos el año 2020, Roberto Garretón señaló: “yo ejercía como abogado laboralista. Pero ese evento tuvo tal impacto en mi vida personal y profesional que me hizo mirar el derecho con una perspectiva diferente, asumiendo como propia la visión de un filósofo español: el derecho sirve para la vida, o no sirve para nada. Además, recordó las violaciones a los derechos humanos ocurridas a contar del 18 de octubre de 2019 y la necesidad de encontrar verdad, justicia y reparación a las víctimas. En el año 2016 en el marco de la conmemoración de la declaración Universal de DDHH Roberto Garretón fue invitado, en mi período de SEREMI a participar en la Capilla de Fátima, en un conversatorio respecto de la educación en DDHH y la responsabilidad del MINEDUC en abordar esta temática tanto desde una perspectiva teórica, ética, histórica y pedagógica adaptada a los distintos periodos formativos de los estudiantes. La vida me dio esta gran oportunidad de conocer, a un ser humano noble, íntegro, valiente, bondadoso, reflexivo y analítico. En  Punta Arenas generosamente compartió su experiencia, su visión y notables reflexiones en torno a los DDHH  y en particular sobre el indulto que se discutía en ese momento exponiendo sólidos y contundentes argumentos éticos y legales que no justificaban la aplicación de dicha medida. Este hombre gigante no sólo queda en la memoria, en los afectos y en la admiración de tantos que por una u otra vía se conectaron con su labor generosa y humanitaria, sino que principalmente nos provee de modelos de humanidad y coherencia que requerimos para estar siempre atentos a las señales donde la verdad y la justicia se distancien peligrosamente de su compromiso con la vida de los seres humanos, pues siguiendo sus convicciones: el derecho sirve para la vida, o no sirve para nada.