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Equipos educativos de la Junji Magallanes reciben material didáctico sobre tradiciones y oficios del campo torrepainino

Autoridades de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, encabezadas por el secretario regional ministerial de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Luis Navarro Almonacid; la directora regional de la Junta Nacional de Jardines infantiles (Junji), Paola Valenzuela Pino y el director regional del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (Serpat), Pablo Quercia Martinic, presentaron y entregaron a la comunidad educativa el material didáctico elaborado en el contexto del proyecto «Cuentero de tradiciones y oficios de campo: aprendiendo del modo de vida torrepainino desde la primera infancia», iniciativa financiada por el Serpat, a cargo de la antropóloga Macarena Fernández Génova.

En la actividad, efectuada en el Centro Integral Infantil de Juego y Movimiento (Ciijum), se realizó además un taller de mediación para los equipos pedagógicos de la Junji, con el fin de capacitar en el uso del material y asegurar su implementación efectiva en el aula, dictado por la propia Macarena Fernández y la profesora de Historia, María José Ojeda Velásquez. El proyecto tiene como objetivo rescatar, visibilizar y transmitir el patrimonio inmaterial asociado a las labores del campo en la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena.

“Como equipo esperamos que este material didáctico con pertinencia local, sea un aporte a la educación y difusión del patrimonio inmaterial de nuestra región, permitiendo acercar a las infancias las tradiciones y oficios de campo, que son parte fundamental de la identidad rural de este territorio”, precisó Macarena Fernández.

La encargada agregó que se trata de piezas únicas, ya que cada delantal y sus objetos removibles fueron confeccionados a mano con dedicación y cariño transformándose en un material irrepetible.

“La educación es una herramienta estratégica para la transmisión del patrimonio, por lo tanto, estamos muy contentas que cada jardín y programa de la Junji Magallanes podrá, a través de una manera educativa y lúdica, transmitir el modo de vida asociado a las labores de campo de Torres del Paine a las infancias, que son las presentes y futuras generaciones que pondrán en valor este legado cultural», declaró Fernández.

Proyecto

El proyecto permitirá la distribución de este material educativo a 21 jardines infantiles y dos programas educativos de la Junji Magallanes, favoreciendo a más de dos mil niñas y niños. Esta acción concreta de salvaguardia cultural se convierte en una herramienta pedagógica que fortalece el sentido de pertenencia, promueve la diversidad cultural y fomenta el respeto por las formas de vida que aún persisten en las zonas rurales de la zona.

El material didáctico quedará disponible para uso permanente en cada comunidad educativa y a fines de abril de 2026 se evaluará la implementación de la iniciativa, para determinar cómo ha funcionado el delantal cuentero en el proceso educativo de las y los párvulos.

En la misma línea, la directora regional de la Junji, Paola Valenzuela, expresó que el proyecto “delantal cuentero”, es una muestra de la gran labor desplegada por diversos actores, para que las niñas y niños puedan tener un material que sea un aporte para sus aprendizajes, acercando el patrimonio de zonas rurales donde se desarrollan tareas y oficios de tanto valor y que forman parte del desarrollo del territorio: “Sin duda, las prácticas pedagógicas se fortalecen cuando se cuenta con herramientas de tan buena calidad y que dan sentido de pertenencia a quienes aprenden”.

Por su parte, el director regional del Serpat, Pablo Quercia, felicitó a la gestora del proyecto por «esta iniciativa con pertinencia local, pensada desde el territorio, que promueve el conocimiento por las costumbres del campo que se mantienen en una comuna que cuenta con reconocimiento internacional tanto por su geografía como por su historia y patrimonio característicos de la Patagonia».

Cultora torrepainina

María Paredes, cultora torrepainina que confeccionó los delantales y sus objetos removibles, indicó que este es un proyecto innovador y multisensorial. Académicamente, transforma el aprendizaje en un juego táctil (vocabulario, entorno, motricidad). Patrimonialmente, fortalece la identidad local al conectar a las niñas y los niños con la figura del gaucho, los oficios y la flora autóctona, garantizando la transmisión de saberes rurales.

“La experiencia fue desafiante, pero profundamente gratificante. Requirió una investigación detallada para asegurar la precisión. El balance es excelente y positivo. Se logró fusionar la artesanía textil con la pedagogía activa, y la entusiasta reacción de niñas y niños y de los equipos pedagógicos de la Junji, confirma el valor del trabajo realizado”, explicó la cultora.

Paredes agregó que valor del proyecto es incalculable: “Es mi forma de dejar un legado tangible. Fortalece la identidad local al visibilizar los símbolos únicos de nuestra región (fauna, flora, oficios) y al generar una conexión emocional y sentido de pertenencia en las niñas y los niños con su patrimonio”.

El secretario regional ministerial de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Luis Navarro, concluyó que se trata de un “proyecto maravilloso porque pone en el centro la cultura de la infancia, de las niñeces, como motor de memoria, motor de rescate cultural. Es un material destinado a las niñeces pero que las educadoras van a ser quienes acompañen la trayectoria de las y los niños y van a poder poner en el centro el rescate de los modos de vida y oficios de campo”.