Todo el mundo está protestando por la forma en que las Isapres devolverán a sus afiliados los cobros indebidos que hicieron a sus afiliados y que suman alrededor de 1.400 millones de pesos.
Las isapres deben devolver esos millones a sus afiliados porque así lo ordenó la Corte Suprema al comprobar que los cobros a los afiliados habían sido excesivos.
El problema que creó la Corte Suprema es que si las isapres devolvían de inmediato los cobros de más, se iban a la quiebra.
Para salvarlas, el Gobierno y el Congreso acordaron un perdonazo, la llamada ley corta de isapres. Luego que el Senado la aprobara por 39 votos a favor y 3 en contra, la Cámara de Diputados también la aprobó, por 122 votos a favor, 4 en contra y 10 abstenciones.
Luego del reclamo de los afiliados, porque les devolverán su plata hasta en trece años, los políticos se sumaron a las protestas, olvidando, o haciéndose los lesos, por lo mala que era una ley que ellos mismos aprobaron.
Y empezaron a echarse la culpa unos a otros. Los parlamentarios le echan la culpa al Gobierno. El Gobierno a los parlamentarios, y algunos políticos le echan la culpa hasta a la Superintendencia de Salud.
Con esa memoria corta que tienen los políticos, se olvidaron que ellos aprobaron la ley y que cuando lo hicieron hasta se fotografiaron estrechándose las manos representantes del Gobierno y parlamentarios y ahora dicen que la ley es mala.
Es un verdadero circo, con payasos y todo, montado por quienes legislaron a favor de las empresas de salud privada y no a favor de la gente, como por lo demás es habitual.