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EL ESPÍRITU DE LA TELETÓN

Este fin de semana, se realizó una nueva Teletón, la campaña de recolección de fondos
para financiar la fundación del mismo nombre. La teletón se realizó por primera vez entre el 8
y 9 de diciembre de 1978, con la conducción del destacado animador de “Sábados gigantes”,
Mario Kreutzberger. Eran tiempos donde sólo existían canales de TV analógicos, no existía laTV
por cable ni el internet. El programa más visto de la acotada parrilla televisiva era “Sábados
gigantes” que transmitía canal 13, por ese entonces perteneciente a la PUC. Don Francisco el
nombre artístico por el que se hizo conocido en todo el continente el animador, se inspiró en
la obra social impulsada en los Estados Unidos por el actor Jerry Lewis. Este último una estrella
de Hollywood muy célebre por aquellos años por su rol de coprotagonista de cientos de films,
junto al actor y cantante Dean Martin. Desde sus orígenes la Teletón fue un éxito total como
show televisivo. La entretención de esos años era muy acotada, y la población consumía horas
y horas de programación anodina, con gran parte de programas envasados de la TV gringa. La
Teletón fue una innovación, su show incluía distintos estilos musicales, actores de las
telenovelas en boga, y también deportistas famosos. Algo inédito en la industria televisiva
chilena, en que los canales transmitían desde el mediodía hasta la medianoche, la Teletón se
transmitía en forma ininterrumpida durante 27 horas. En el segmento de madrugada, se
realizaba la “Vedetón”, espacio que se suprimió años atrás y ya no forma parte del show.
Lo más característico de la Teletón es que se ha logrado instalar en la memoria
colectiva de Chile, como la campaña solidaria más grande y más importante de nuestra
historia. Su éxito ha perdurado en el tiempo, pese a que hoy la industria televisiva no es la
única oferta de entretención, y las personas ven muy poca televisión, prefiriendo los canales
de streaming y TV de pago.
En su primera versión en 1978 la recaudación obtenida, que era una cifra histórica
para la época fue de $ 84.361.838, entre los artistas que participaron del show estuvo Buddy
Richard, Luis Dimas y Arturo Gatica. A partir del retorno a la democracia la parrilla de artistas
se hizo más variada. En la Teletón de 1990 estuvo el ganador del Festival de Viña Fernando
Ubiergo, el mítico grupo opositor a la dictadura “Illapu”, Alberto Plaza y Cecilia Echeñique. Ese
año la recaudación por primera vez rompió la barrera de los mil millones de pesos, llegando a
$ 1.153.291.010. En estas décadas que han transcurrido, en el show ha participado figuras
como Myriam Hernández, Saiko, Natalino, Kudai, Los Jaivas, La Ley, y las estrellas Raphael, José
Luis Rodríguez y Chayanne.
Un aspecto notable de la campaña solidaria de Teletón es que logra unir a todo un
país, bajo un solo objetivo. Eso ha sido reconocido a tal punto que desde el mandato del
presidente Ricardo Lagos, se inició la tradición de que el presidente asista personalmente al
teatro Teletón. El presidente Lagos lo hizo en cinco de sus seis años de mandato. La presidenta
Michelle Bachelet asistió tanto en su primer mandato como en el segundo. También el
presidente Piñera se hizo presente en tres ocasiones en su primer mandato y en una
oportunidad en el segundo mandato.
En la versión de este año los artistas del show fueron Emmanuel, Mijares. Cristian
Castro, Lucero, Paulina Rubio, Ana Torroja, Pablo Alborán, Polimá Westcoast y Miryam
Hernández, entre otros. La meta de este año se cumplió ampliamente obteniendo una
recaudación que supera los 44 mil millones de pesos. El presidente Boric concurrió en este su
último año en la presidencia de la República, y expresó sentidas palabras destacando el
espíritu de unidad que inspira a Teletón, unidad tan necesaria por estos días en Chile.

En un lugar destacado, como ha ocurrido en el pasado, se instalaron las dos figuras
políticas que disputan hoy la presidencia de la República. La candidata del progresismo
Jeannette Jara, y el candidato opositor José Antonio Kast. Es muy probable que su presencia
allí no le sume adhesiones a ninguno de los dos, pero la imagen que se transmite al país y al
mundo entero es muy poderosa. En la democracia chilena, quienes disputan la presidencia
pueden sentarse en paz, uno al lado del otro, junto a sus parejas. Aunque se encuentren en las
antípodas del espectro ideológico, la disputa se circunscribe a la política, no es una contienda
personal. En escenarios de crispación como el que vivimos hoy, una escena como la que
pudimos presenciar hay que valorarla. Las diferencias políticas, son reales y legítimas, y
nuestro gran mérito como país, es que en Chile estas diferencias las zanjamos en las urnas.
Hasta ahora, hemos sabido elegir presidentes progresistas y conservadores, conservando la
convivencia social. Es la sabiduría detrás de esa frase “al final mañana tengo que levantarme a
trabajar igual”. Puede no ser ni poética ni políticamente correcta, pero esconde una verdad
que nos pasa inadvertida. Con sus virtudes y defectos, cada vez que hemos tomado una
decisión presidencial, el país ha seguido funcionando normalmente.
Una obra como la Teletón, brinda una vez al año la oportunidad de hacer algo concreto
con un buen objetivo. Es una ocasión de hacer algo bueno, sin buscar nada a cambio, es una
ocasión de ser altruista, lejos de la ganancia o provecho personal. La Teletón nos regala esta
semana la imagen del país completo volcado a una noble causa, y nos muestra en primera fila
a quienes pretenden conducir la nación a partir de marzo. Esto representa la mejor parte de lo
que somos en Chile, un pueblo solidario y unido tras un propósito común.
Esperamos que este espíritu positivo y unitario permanezca en el tiempo que viene, y
sepamos conservarlo en el futuro.
Ernesto Sepúlveda Tornero