Mis más cercanos saben que he nacido 3 veces y uno de esos nacimientos se produce el 4 de octubre de 1973.
Desde siempre, y aún hoy, traigo las palabras grabadas de lo que hablamos ese 29 de setiembre de 1973. Mantengo vivo el recuerdo de esa única conversación que tuvimos sin ser castigados por ello, entregué los mensajes a los suyos tal y como lo pidieron y mantengo vigente el compromiso de no abandonar las banderas de lucha de la clase trabajadora.
Ayudó en esto el que todos fueran grandes amigos y compañeros de mi padre, así como el hecho de que al ser hijo de ferroviario pude impregnarme de todo su esfuerzo y compromiso.
A 47 años del fusilamiento de mis compas ferroviarios un 6 de octubre, fecha que la CGT instituyó como el DÍA DE LA MEMORIA Y EL COMPROMISO SINDICAL, puedo decir con orgullo y enorme satisfacción que, a pesar de las dificultades, pude cumplir con lo acordado, y ya en la CGT hay otras y otros que van tomando el relevo de educar, organizar y luchar con y por la clase trabajadora.
Compañeros de lucha y cautiverio,
Alfredo Acevedo Pereira, (27 años);
Roberto Ávila Márquez, (59);
Raúl Castro Caldera, (23);
Hernán Chamorro Monardes, (29);
Manuel González Vargas, (46);
Arturo Koyck Fredes, (48);
Adiel Monsalves Martínez, (41);
José Morales Álvarez, (31);
Pedro Oyarzún Zamorano, (36);
Joel Silva Oliva, (37)
Ramón Vivanco Díaz (44)
Sepan que pese a mis fallas y errores, he tratado de cumplir lo que me encargaron.
Les quiero y les recuerdo por siempre.