Es válido preguntarse, si Magallanes requiere de un nuevo plan de desarrollo o si basta con la
inversión pública tradicional a través del FNDR, el FRIL o el Fondema. Para formarse una opinión, hay que remontarse al origen de esta política pública. Inició en 2014, como una medida para los primeros cien días de gobierno de la presidenta Bachelet en su segundo período. En el plan confluyeron tres elementos: Una decisión política de potenciar a los territorios más apartados. Una decisión técnica, evaluar las iniciativas del plan en el MIDESOF, con enfoque costo-eficiencia, dando viabilidad a proyectos inviables con evaluación costo-beneficio. Y una decisión financiera, comprometiendo importantes recursos para costear la cartera de iniciativas. Entre marzo y abril de 2014 se realizó el despliegue territorial, se elaboró el listado de iniciativas y en el mes de mayo, el plan se presentó ante el H. Consejo Regional de Magallanes. En la décimo cuarta sesión ordinaria, efectuada el 19 de mayo de 2014 y con la presencia de doce de los catorce integrantes, el
Consejo regional aprobó en forma unánime el plan de zonas extremas. Para el registro histórico aprobaron el primer plan de desarrollo de zonas extremas, consejeros (as) de todos los colores políticos, estos fueron: Alejandro Kusanovic, Miguel Sierpe, Ramón Lobos, Antonieta Oyarzo, Dalivor Eterovic, Nicolás Gálvez, Marcelino Aguayo, Tolentino Soto, Roberto Sahr, Antonio Rispoli, Patricia Vargas, Francisco Ross, Rodolfo Moncada, y José Luis Soto.
El plan constaba de 37 proyectos únicos, para las cuatro provincias, con un costo estimado inicial de M$300.000.000 (trescientos mil millones de pesos), el 16 de junio de 2014, la presidenta Bachelet firmó en el teatro municipal de Punta Arenas, el decreto N° 1243, que crea el Plan especial de desarrollo de zonasextremas. La vigencia de dicho decreto era por tres años, los que fueron prorrogados en 2017 por la propia presidenta Bachelet. En el año 2020 el presidente Piñera, dada la importancia que tenía el plan para la región, y a la defensa transversal del mismo, prorrogó la vigencia hasta diciembre de 2023.
Transcurridos diez años desde el inicio del plan, prorrogado sucesivamente por gobiernos de sellos distintos, el presidente Boric, decide transformar el plan especial de desarrollo, en una política permanente para las zonas extremas. Se tuvo en especial consideración, que, transcurridos diez años, más de un tercio de los proyectos continuaba en desarrollo sea en su etapa de diseño, o ya en obra. En septiembre de 2023 se publicó el decreto N° 43 que aprueba el reglamento que fija la política nacional de zonas extremas.
En Magallanes los 37 proyectos iniciales, ahora tienen un costo estimado que duplica el monto original, superando los 580 mil millones de pesos. Veinte proyectos están terminados, y 16 en distintas etapas de desarrollo. Entre los proyectos terminados están los APR de Pampa Redonda, Loteo Varillas, Loteo Vrsalovic y Ojo Bueno que beneficiaron a miles de familias. También concluido y en uso desde 2019, el más moderno centro científico de la Patagonia, el CADI UMAG. Dedicado a estudios de biología molecular, biomedicina, y centro docente asistencial, de la carrera de medicina de la UMAG.
Otro proyecto terminado, Seguridad integral del Rio de las Minas, que permitió construir muros de contención en la parte alta de la cuenca, radier de hormigón, y obras de control sedimentológico. Eso sumado al reemplazo de los puentes de calles Chiloé, Bories y Lautaro Navarro. Obras que permiten reducir en más un 90% el riesgo de inundaciones como las de 2012 en Punta Arenas.
Terminado en varias de sus etapas, el proyecto que ha mejorado la vida a los habitantes de Tierra del Fuego, aumentando sustancialmente la seguridad en los desplazamientos. Las obras de pavimentación de las rutas Porvenir-Onaissin y la ruta Porvenir-Manantiales. El equivalente a la doble vía Santiago-Valparaíso, al servicio de la población fueguina. Estos proyectos son el mejor ejemplo de la importancia de la evaluación diferenciada que tienen los proyectos del plan de zonas extremas. Con la evaluación tradicional costo- beneficio, éstos jamás hubieran obtenido la recomendación favorable en el ministerio de desarrollo social. Y por consiguiente nunca hubieran obtenido financiamiento público para realizarlos. Mismo caso de la construcción de la ruta Río Hollemberg-Río Pérez, que permitirá unir la provincia de Magallanes y Última Esperanza, por una ruta paralela a la ruta 9. Permitiendo acceder a parajes de belleza increíble, bordeando el
seno Skiring, y atravesando la cordillera Pinto, bosques milenarios, ríos de pureza sin igual. Abre nuevas perspectivas de desarrollo, hoy se encuentra en plena construcción.
Tras diez años de tramitación, también continúa su desarrollo, el Centro Antártico Internacional, con su etapa de diseño concluida, debió reevaluarse por el alza de los materiales de construcción y gastos generales, dado el largo tiempo transcurrido.
La construcción y habilitación de la Biblioteca y archivo regional, emplazada en la ex cárcel de Punta Arenas, inmueble de valor patrimonial, inició su tramitación en marzo de 2014, y en el segundo semestre de 2024, inició por fin su construcción.
Otro proyecto terminado, esta vez de carácter birregional, la Fibra Óptica Austral (FOA), que conectó por primera vez a Magallanes, con el resto del país, a través de un cable de fibra óptica por territorio nacional.
Una obra titánica que comprende más de 3 mil kms. de cable submarino entre Puerto Montt y Puerto Williams.
Otra iniciativa concluida es la compra y urbanización de terrenos para fines habitacionales en Punta Arenas y Natales. Esta ha permitido contar con un importante banco de suelos, donde se ha construido los principales núcleos habitacionales los últimos diez años. Asimismo, concluido y en uso, el proyecto de electrificación rural a Cerro Castillo, que permitió conectar a la red eléctrica por primera vez a la villa matriz de Torres del Paine.
El proyecto consideró tendido eléctrico a través de postación, y también un tramo de cable soterrado en un área de especial belleza paisajística.
¿Por qué un nuevo plan?
-Porque la decisión de la actual administración central de crear una política permanente para zonas extremas, permite elaborar planes de desarrollo con vigencia de diez años. Lo que parece razonable, considerando los dilatados tiempos de tramitación de la inversión pública. Asimismo, incorpora una evaluación intermedia al quinto año de vigencia, Esto permitirá evaluar la conveniencia de continuar o no con alguna iniciativa, dadas ciertas condiciones. Situaciones ambas que no contenía el plan de zonas extremas nacido en 2014.
-Porque la condición de desigualdad territorial en que nos encontramos los habitantes de zonas extremas, no cambia ni por una nueva elección presidencial, ni por el transcurso del tiempo.
-Porque desde 2014 han transcurrido más de diez años, y los proyectos del plan de zonas extremas de Magallanes continúan su ejecución. Porque la región de Magallanes, es la única región de zona extrema, que ha continuado ininterrumpidamente ejecutando proyectos de plan. También la única, que ha extraído cada año, recursos de la provisión de zonas extremas, que existe en la ley de presupuestos. Este año 2025, con más de 26 mil millones aprobados, que permitirá incrementar en un 40% los recursos del FNDR tradicional de la región.
-Porque el nuevo plan de zonas extremas que se ha elaborado es para los próximos diez años, y asegura la continuidad de las iniciativas que provienen del plan de 2014.
-Porque el nuevo plan comprende 87 iniciativas que dan cuenta de un amplio abanico de problemas existentes en las diez comunas, a los que se da respuesta a través de una planificación de mediano y largo plazo.
-Porque los montos estimados de inversión, comprenden la mayor inversión pública en la historia de Magallanes, con un billón seiscientos mil millones de pesos (1.600 millones de dólares aprox.)
-Porque el nuevo plan da respuesta a lo urgente y necesario, pero también contempla la proyección hacia las áreas que potenciaran nuestro desarrollo en la próxima década.
En síntesis, la continuidad del plan de desarrollo de zonas extremas abre perspectivas muy auspiciosas para la región de Magallanes y de la antártica chilena.
Ernesto Sepúlveda Tornero