Este domingo fue domingo de gloria, en el mundo católico la pascua es un día de fiesta,
donde se celebra ni más ni menos que el mayor misterio de la fe, la resurrección del Salvador Jesús.
Hoy Chile, es un país crecientemente descreído, se tiene más simpatía por los que veneran figuritas de elefantes, o a cualquiera de las miles de deidades de la India, que por la religión de nuestros padres. Porque quiéranlo o no, la inmensa mayoría de la población adulta creció en un hogar que décadas atrás se definía como cristiano. Pero más allá de la estadística, quiero compartir una breve imagen de lo que yo mismo viví, en la comunidad cristiana de la que formo parte, en la parroquia Santa Teresa de Los Andes de Punta Arenas. Fuimos el sábado a la Vigilia pascual, como tantas veces de niño con mis padres, es difícil de transmitir la emoción que se experimenta en esa espera.
Por cierto, que entiendo a personas que miran todo esto con distancia, ya que la fe es un don, a
veces un poco esquivo, pero que con paciencia puede cultivarse. En mi caso, tuve tantas emociones hermosas en mi vida asociadas a Semana Santa, que hasta me ha caído una lagrimita de vez en cuando. La vivencia de la religiosidad popular, el culto a lo divino de las personas de a pie, es lejos lo más gratificante que se pueda experimentar. Por ahí un compañero me compartió estos días, un poema de Gabriela Mistral dedicado a Semana Santa. Palabras de un tono muy sentido y crítico con una forma de religiosidad que se vivió en una época, donde no se veía a Cristo en los hombres y mujeres de carne y hueso, y sólo se lo buscaba en las imágenes. Nada más distante de lo que se vive en las comunidades cristianas de base. Algo que no se conoce hasta cuando se experimenta, el trato fraterno. El saludo al hermano o hermana, no es habitual en ninguna parte. Refleja un afecto un cariño, una unión más allá de toda otra condición. En los tiempos de crispación que vivimos, donde todo es confrontación, todo es buscar donde golpear para hacer daño al otro, en la comunidad cristiana, aún se vive el altruismo, y la entrega generosa. El trato sin distinción de ningún tipo, permite que, en el mismo templo, y a veces en la misma banca, inclinen sus cabezas en oración, personas que se encuentran en las antípodas políticas. Me ha sucedido, y lejos de producir incomodidad, remueve algo por ahí adentro y surge un profundo sentido de humanidad. En una parte del saludo a los fieles, el cura recordaba que un día 19 de abril, que también correspondió a la pascua de resurrección, fue ordenado sacerdote hace 33 años, en un tono cordial, recordó que también en 19 de abril es el aniversario de Colo-Colo, provocando el entusiasmo de los hinchas feligreses, También recordó que en 19 de abril está de cumpleaños Luis Miguel, produciendo el murmullo de las damas. Remató recordando que el 19 de abril es el aniversario del PS, lo que a su vez produjo alegría en algunos de nosotros. Por qué saco esto a colación, no para convencer de que ir a Misa es entretenido, y que se habla trivialidades, lo menciono para expresar que quienes profesamos una fe religiosa, no somos ni gente rara, ni gente que anda poco menos que como el pastor Soto por la vida. Creer en el Salvador Jesucristo es absolutamente compatible con un compromiso social o político. Ayuda mucho en la vida, tener esa roca a la que aferrarse que es la fe.
Se tienen las mismas dificultades y problemas que los demás, pero se enfrentan con un poquito de
más esperanza, con una pequeña lucecita que brilla a lo lejos y nos señala el camino.
Hay uno que no alcanzó a llegar a la pascua, se fue antes. Hace unos días atrás partió el gran
escritor peruano, Mario Vargas Llosa, más que peruano, un escritor universal. Un hombre que llegó a lo más alto de las letras, habiendo obtenido el Nobel de literatura, y que durante su vida estuvo
siempre en el tapete público, porque jamás rehuía debatir sus ideas. En los tiempos que vivimos, en que las banderas de la libertad parecen guardadas en los cajones, don Mario fue un hombre de
ideas liberales. Era un hombre de derechas, pero con la meridiana claridad de denunciar a todas las dictaduras, no importando su signo ideológico. Fue uno de los primeros en el círculo literario de denunciar como la dictadura perfecta, el régimen de más de 70 años del PRI de México, que se
encargaba de cooptar a intelectuales y políticos, para seguir gobernando per secula seculorum. Hace un tiempo en una conversación con el intelectual chileno Axel Kayser, que en estos días se ha
reproducido miles de veces. Don Mario para en seco a su entrevistador, cuando este sostiene que
habría dictaduras buenas y malas. Sin compartir sus ideas políticas, encuentro que, en esa firme
intervención, se condensa gran parte de lo que fue Mario Vargas Llosa. Simple y sencillamente, no existen las dictaduras buenas, una dictadura es siempre mala, no importa el color de la bandera. Esa lección de integridad democrática, es la que necesitamos hoy en Chile. Si me apuran, la necesitamos en el mundo. Ni regímenes de partido único, con un “sistema democrático distinto” como dijera la ex ministra Jara, ni regímenes con remedos de elecciones, con gobernantes re electos por siempre.
Esas claridades son las que necesitamos para sanar nuestras heridas del pasado. Más de 50 años
después del golpe militar, a Chile le siguen penando los males del pasado. Pese al intento inicial del difunto presidente Piñera, que, en su primera administración, denunció a los cómplices pasivos de la dictadura. Más allá no se avanzó, y ya en su segunda administración, no logró que su sector cortara amarras por completo, con el dictador Pinochet y su legado de muerte.
Se fue don Mario, pero cumplió sus cien años el cacique. Con una pena en el corazón por los
hinchas fallecidos la semana pasada, por todo el país los hinchas de Colo-Colo brindaron por las
cien velas del equipo popular. Es una de las cosas más lindas ser del cacique. Se cuenta que años
atrás un dirigente del cacique, visitando a un dirigente de la Cato que había sido padre, le regaló una camiseta del popular, “Para que tu hijo tenga más días lunes felices en su vida”. Y así ha sido hasta ahora.
En el cierre, unas palabras de saludo para los 92 años del no menos glorioso, Partido Socialista de
Chile, que ha logrado en este período, sobrevivir a la persecución de una dictadura sanguinaria, que cobró la vida de miles de militantes, incluso una dirección nacional completa. Pero también en este período logra fraguar una alianza con el centro político, que le dio a Chile sus años más prósperos y estables, por más de 20 años. En la última década, ha logrado sortear con éxito el desafío de una izquierda, otrora adolescente, que logró una madurez incipiente nada menos que en La Moneda. A diferencia de otros partidos del progresismo, en etapa crepuscular, y al borde de la extinción legal, la tienda que dirigen Paulina Vodanovic y Camilo Escalona, es el partido con la mayor cantidad de alcaldes y concejales del sector. Hoy el PS marca pauta con su decisión de no plegarse a la candidatura levantada por el PPD, y decide competir en las primarias del progresismo. Criticado por algunos que sostienen, se le entrega la elección en bandeja al PC o FA, defendida por otros, dado la magra adhesión en encuestas, que siguen mostrando como figura importante a la presidenta Bachelet. El ex candidato Marco Enríquez ni siquiera aparece en las encuestas, marca menos de 2%, pese a haber competido cinco veces. Tampoco sale aún Paulina Vodanovic, que lleva sólo unos días proclamada. Las primarias presidenciales se inscriben el 30 de abril, está por verse si llegan todos los que suenan. En la otra vereda, doña Evelyn manda a hacer una primaria a como dé lugar, ya que la exposición mediática, los debates televisivos, la franja del SERVEL, es una plataforma muy importante para llegar a todo el país. Ni el chantaje emocional ni las pasadas de cuenta convencieron al PS de apoyar al ex partido instrumental en la primaria, ¿cómo irá a resultar eso?, Podrá doña Evelyn conseguir competidores para su primaria, ¿habrá algún sparring por ahí?, para saber esto y mucho más, sigue leyendo y escuchando.