Esta semana concluye con una nota que nos conmueve, ha partido a sus 98 años don Gastón Soublette. Con una vida llena de realizaciones y creaciones maravillosas, quien fuera reconocido transversalmente como un verdadero “sabio de la tribu. Dirán los panegíricos que nació en Antofagasta en 1927, y dejó esta tierra, en su querido Limache este sábado
24 de mayo de 2025. Un hombre dotado de una excepcional sensibilidad, considerado un gran filósofo de nuestro tiempo. Sus estudios profundos acerca de las tradiciones milenarias de los primeros pueblos, lo llevaron a un conocimiento avanzado de la tradición china, y también de la cultura del pueblo mapuche, con el cual entabló una relación cercana. Venerables y antiguos Lonkos mapuche, reconocieron en este estudioso, a un auténtico sabio. Don Gastón hizo mucho por el rescate y el reconocimiento a este pueblo.
Una vida pletórica de creaciones. Trabó amistad tempranamente con Violeta Parra, de quien se reconoció un maravillado admirador, por el trabajo de recuperación de la tradición popular campesina, de los relatos orales, y de las tonadas y otras piezas musicales perdidas en el campo chileno. Fue Gastón Soublette quien escribió la música de múltiples creaciones que la gran Violeta Parra interpretaba, con un oído musical absoluto, podía escribir directamente la pauta a medida que escuchaba la música.
Su inquietud intelectual, lo llevó al rescate de la sabiduría ancestral, conservada en la tradición oral de nuestro pueblo, en dichos y aforismos que reflejan un conocimiento tanto del entorno, como de la naturaleza del ser humano. Escritor de múltiples libros, uno de ellos, el Cristo Pre existente, nos muestra la profunda conexión espiritual que existe entre pueblos ubicados en las antípodas del mundo como es el pueblo mapuche y distintos pueblos de la China milenaria.
Similitudes incluso en las palabras, su sonido y su significado, para nombrar a la tierra, al hombre y al don Divino. Don Gastón se declaró siempre un profundo y convencido creyente en el Salvador Jesús. Incluso en su juventud, en medio de la efervescencia cultural y política de los años 60´, se mantuvo siempre fiel a sus convicciones, y no estaba sólo en eso, en sus entrevistas contaba que Violeta Parra decía “A mí, a mi Jesusito no me lo quita ni el comité central”.
Recomiendo vivamente buscar las innumerables entrevistas que dio, allí se puede apreciar la sencillez y la claridad con que compartía el fruto de una vida de estudio, pero no sólo en los libros, sino en sus investigaciones en el campo, en sus visitas al campo chileno, a las comunidades mapuche. Sus recorridos por el puerto de Valparaíso, donde en un cerro olvidado conoció a su madre.
En fin, un océano de conocimiento, de cultura, de aprendizajes, que nos lega don Gastón. Qué decir de los cientos y miles de estudiantes, que compartieron con él, a lo largo de décadas de cátedras universitarias. ¿Se preguntan por qué vestía una manta mapuche?, la historia de esa manta, y de su dueño original, así como miles de anécdotas con pensadores y personajes de talla mundial, así como con personajes del mundo popular que conoció a lo largo de su vida, podrán encontrar en múltiples videos que están en la web. Ojalá se den el tiempo de leer alguno de sus libros, una mirada de la vida y de nuestro entorno natural, muy necesaria en tiempos de zozobra moral y pérdida de fe en las personas y las instituciones.
Don Gastón, filósofo, musicólogo, compositor, esteta, y escritor chileno, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2023, descansa en Paz.
Ernesto Sepúlveda Tornero