Nicole tiene 27 años y ya está levantando su propia base productiva en Puerto Natales. José, 39, trabaja en familia para pasar del autoconsumo a la venta y proyectarse “al cien por ciento” en el campo. Historias como las de ellos están marcando un recambio silencioso pero cada vez más visible en Magallanes: nuevas generaciones y nuevas familias que se integran a la agricultura con planificación, tecnología y apoyo público, demostrando que el agro local puede ser sustentable y una oportunidad real de desarrollo.
Ese impulso quedó reflejado en una visita en terreno encabezada por el director regional de INDAP, Gabriel Zegers, junto al jefe de Fomento, Felipe Martínez, y la ejecutiva del Área Puerto Natales, Carla Gallardo, quienes conocieron experiencias de usuarios que ya están dando pasos concretos para fortalecer la producción hortícola en la comuna.
Con 27 años, Nicole Contreras avanza con un proyecto que combina ganas, orden y visión de futuro. “Este año ingresé a INDAP y postulé a un invernadero con aporte propio”, contó. Se trata de una estructura de 160 metros cuadrados donde ya cultiva cilantro, lechugas, morrones, pepino y otros productos. Hoy produce principalmente para autoconsumo, pero su mirada está puesta en crecer: “Sí me gustaría… porque es algo que uno puede crear solo”.
Para consolidar esa ruta, el segundo paso fue clave: asegurar el agua. A través del PRI (Programa de Riego de INDAP) implementó un sistema de captación de aguas lluvia, almacenamiento de 30 mil litros y riego tecnificado para dos unidades productivas, apuntando a mejorar la eficiencia del recurso y dar continuidad a la producción. Su motivación viene de antes: “Ya sabía de chiquitita que me gusta”, comentó.
En el mismo sector de Huertos Familiares, José Marcelo Navarro Durán, de 39 años, representa otra cara del recambio: la reconversión y el aprendizaje en la práctica, de la mano de la familia. “Soy usuario de INDAP y tengo un invernadero… lo estamos sembrando con lechuga y cilantro”, relató. Su vínculo con la tierra también tiene historia: “Mi mamá trabajó en la tierra siempre y ahí nos fuimos metiendo un poco”. Y resume el valor del apoyo institucional con una frase directa: “Si uno lo hace con sus propios medios es súper difícil, porque está caro todo”.
José ha avanzado por etapas, fortaleciendo su infraestructura y equipamiento para producir mejor. Con el PDI Jóvenes incorporó un motocultivador; en 2024, con inversión vinculada al SAT (Servicio de Asesoría Técnica de INDAP), concretó la construcción de un invernadero de 240 m²; y este 2025, mediante el PRI, ejecutó mejoras para asegurar el riego en esa unidad productiva (canaletas, cisterna, filtrado, electrificación y conducción). Su proyección es concreta: espera dedicarse por completo a vender y ve en la comunicación un aliado. “Con las redes sociales… se vuelve más abierto”, comentó sobre la posibilidad de llegar a más personas interesadas en su producción.
Su pareja, Jessica Torres, recuerda que el impulso partió en pandemia, cuando el abastecimiento se volvió más complejo. “Se nos hacía difícil ir a comprar verduras… entonces decidimos empezar a cultivar nuestros propios alimentos”, contó. Comenzaron de a poco, “con un invernadero de diez metros cuadrados”, y fueron creciendo con aprendizaje cercano. “Preguntando a vecinos… mi suegra igual nos ayudó cuando empezamos”, relató. Con el tiempo, INDAP se transformó en una palanca para proyectarse: “Nos financiaron con el invernadero y con todo lo que necesitábamos para emprender”. Y el horizonte que se proponen es claro: “Queremos dedicarnos 100% a esto”.
El director regional de INDAP, Gabriel Zegers, vinculó estas historias con el objetivo institucional de abrir oportunidades reales para nuevas generaciones rurales. “Cuando un joven entra a la agricultura y ve que puede producir, aprender y proyectarse, se enciende un entusiasmo que contagia. En INDAP trabajamos para que ese impulso tenga respaldo técnico y financiamiento, porque hoy la agricultura puede ser sustentable y, al mismo tiempo, una buena oportunidad de negocio. Para eso hemos reorientado nuestros programas y prácticamente triplicado los fondos especiales para jóvenes desde el 2023 a la fecha. Queremos más jóvenes en el campo, innovando, colaborando y aportando a la seguridad alimentaria de la región y del país”, señaló.