contador de visitas gratis

LA TIERRA SERÁ EL PARAÍSO

Los resultados apabullantes de la primaria oficialista en favor de la candidata Jeanette Jara del partido comunista, configuraron un escenario inédito. Desde la recuperación de la democracia, El PC de Chile sólo durante el período de la coalición Nueva Mayoría se integró como aliado en una alianza de gobierno, esto fue gracias a la presidenta Bachelet entre 2014 y 2018. Si bien en 2021 la candidatura del alcalde de Recoleta Daniel Jadue prometía, encabezar por primera vez una alianza de gobierno, en esa oportunidad un joven político magallánico, sin mayor historia política, y con un partido recién constituido, dejó con los crespos hechos a Jadue y su partido. El escenario de 2025, que deja fuera del rol protagónico al sector político que gobernó exitosamente desde 1990 a 2010, genera una gran incertidumbre. Por una parte, un sector muy importante del electorado se identifica con posturas progresistas pero moderadas. Basta ver los resultados de las elecciones municipales, de consejeros y gobernadores regionales. Esos electores hoy quedan ante una decisión nunca antes vista, optar por una candidata comunista, u optar por una candidatura del sector conservador. Está por verse si dentro de ese sector es doña Evelyn, de la derecha dura
tradicional, o José Kast, del sector ultra conservador, quienes pasan a segunda vuelta junto a la candidata comunista. En esta semana tras la primaria, las primeras encuestas muestran un alza inmediata de la candidata Jeanette Jara, sobre un 30% de menciones espontáneas, frente a 15 o 16% de los candidatos conservadores. Los aplausos y celebraciones iniciales por considerar que Jara por ser comunista, sería más fácil de derrotar, va dando paso a una sensación de
intranquilidad, ya que los atributos personales de Jeanette Jara, su carisma, sencillez y simpatía, fueron determinantes en su triunfo en primarias, lo que hizo intrascendente su militancia política.
La derrota de Carolina Tohá, con una verdadera paliza como la recibida no se veía venir por ningún lado. Si bien es cierto la concurrencia de un millón 400 mil personas, es una reducida cantidad de electores considerando que el padrón ronda los 15 millones, también es cierto que las primarias anteriores contaron con una cifra similar de electores.
Lo inquietante es que no ha sido la contienda de ideas la que ha primado, sino el juego de emociones, afectividad, donde pesó el notable carisma de Jeanette Jara. La prueba más clara que lo único determinante fueron los aspectos emocionales, es que la propuesta de programa de gobierno de la candidata del PC, eran unas cuantas páginas de generalidades, y frases para el bronce.
No pretendo menoscabar la importancia del triunfo de Jeanette Jara, mal que mal fue una contienda electoral, donde se impuso con votos, tras una campaña limpia, que se desarrolló con total libertad y sin intromisión de ninguna índole. El día de hoy se analiza en todos los medios que efecto produciría en Chile elegir a una presidenta comunista. Si bien subsiste un sustrato de anticomunismo visceral y agresivo, que tiene su origen en la dictadura chilena, lo que más
se denota en las discusiones y conversaciones cotidianas, es un gran desconocimiento acerca del PC de Chile, y todo lo que conlleva. Los votantes más jóvenes entre 18 y 30 años, se volcaron casi por completo hacia Jara. Lo cierto es que, el PC en su historia en Chile, está cumpliendo este año, nada menos que 103 años, siendo uno de los partidos políticos más vetustos, sólo superado por el partido radical. En nuestro país siempre ha sujetado su actuar a la normativa vigente, ha
integrado gobiernos designando ministros, ha competido en el libre juego democrático eligiendo alcaldes, concejales, parlamentarios, también compitió en el pasado por la presidencia de la república. No existe evidencia histórica de que el PC haya intentado en Chile acceder al poder, por otra vía que no sean las elecciones democráticas. Su comportamiento incluso durante el gobierno de la Unidad Popular, fue de moderación, frente a sectores más exaltados pertenecientes al
PS, y a sectores que no formaban parte del gobierno como el MIR.
Qué se le puede y debe reclamar al PC de Chile, su postura en materia internacional. Ha apoyado a cuanto régimen tiránico ha existido, con tal de que proclame sus ideas. La ex URSS, incluso durante los períodos más álgidos de las purgas de Stalin, contaron con su apoyo y respeto. Hasta el poeta Pablo Neruda le dedicó un poema al padrecito Stalin. Nunca se hizo autocrítica alguna, incluso después de la caída del muro. El apoyo actual a Corea del Norte y China,
siguen el mismo camino. Qué decir de casos más cercanos como Cuba y Venezuela, cuentan con la justificación y apoyo entusiasta del partido. Es verdad que el PC de Chile jamás ha predicado que pretende instalar en Chile un régimen de partido único, como el que existió otrora en la URSS, y existe hoy en China y Corea del Norte. Se argumenta el respeto a la autodeterminación de los pueblos. Sin embargo, en la izquierda chilena no todos sostienen esa tesis. Precisamente los

sectores derrotados en la primaria, son los que sostienen que no puede concebirse el socialismo sin libertad, democracia y pluralismo. No es una diferencia baladí, muchos hombres y mujeres estuvieron dispuestos a ofrendar sus vidas en defensa de estas ideas y así lo hicieron.
Pero de donde proviene, la permanencia en el tiempo del PC de Chile, y cuál ha sido el encanto, que durante generaciones ha despertado. Para muestra un botón. La vieja canción, himno de los comunistas del mundo, la Internacional, dice en una de sus estrofas “El día que el triunfo alcancemos, ni esclavos ni hambrientos habrá, la tierra será el paraíso de toda la humanidad”. Esta frase alude a lo que los teóricos denominan la etapa superior en la construcción del socialismo, el advenimiento de la sociedad sin clases sociales. A este estadio de desarrollo, donde ya no
existe el estado, se le llama también sociedad comunista. Este estado de desarrollo no se ha alcanzado en ningún lugar de la tierra, y solo se menciona en el plano teórico que esa forma de organización existió en comunidades primitivas.
También se asemeja a la organización de las primeras comunidades cristianas, donde la propiedad de los bienes era común, y a todos se daba lo que necesitaban.
La sociedad sin clases sociales, “La tierra como paraíso de toda la humanidad”, no lo alcanzó ni siquiera la URSS, que estableció una dictadura de partido único durante 75 años sin acercarse ni un poco a esa sociedad ideal. Tampoco lo ha logrado China, en casi 80 años gobernando el partido comunista. En otras palabras, el PC de Chile con sus más de 100 años de historia, ha seguido un camino diferente, optó por la lucha por el poder político, y su conquista a través de medios democráticos. Tanto antes del golpe de estado de 1973, como después de la recuperación de la democracia, ha participado en elecciones e integrado gobiernos, dentro del marco normativo vigente.
Soy de los que cree que se puede construir una sociedad más justa en un país más próspero, a través de una contienda de ideas que se desarrolle en democracia, con libertad y pluralismo. Creo en la construcción de consensos y en la búsqueda de acuerdos, y estos se requieren hoy con urgencia. Con miras a la elección presidencial de noviembre, las fuerzas democráticas deberán construir un programa de gobierno que dé garantías a todos los sectores. Mantener la
estabilidad social y política del país, es la única forma de recuperar la senda del crecimiento. Y sin crecimiento económico no hay igualdad posible. Es imprescindible, que las fuerzas democráticas fijen el marco en el que se desarrollará un eventual gobierno de Jeanette Jara. Sin este compromiso de buen gobierno y de respeto de la estructura social y económica de Chile, no hay posibilidad alguna, que la candidata Jara conquiste el 20% de electores que le faltan
para ganar las elecciones presidenciales.
Ernesto Sepúlveda Tornero