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LA ESTABILIDAD SOCIAL UN ACTIVO DE CHILE

Los resultados de la primera vuelta presidencial le dieron el triunfo a la candidata del
progresismo. No se dio lo que el sector ultra conservador impulsaba, ganar la primera vuelta.
Aunque la victoria de la candidata Jara podría ser una victoria pírrica, dada la distancia a la que
queda de la mayoría necesaria para imponerse en diciembre. Sólo tres puntos de distancia con
José Kast, y más de 30 puntos en favor del mismo si pudiera sumarse automáticamente la
votación de los otros candidatos conservadores. El resultado parlamentario estuvo lejos de la
arrolladora máquina que se vio en la elección del segundo proceso constituyente. Y si bien el
sector conservador obtiene mayor votación en la cámara, quedó lejos de los 4/7 que deseaba,
para aprobar cambios constitucionales sin pactar con nadie. Lo del senado, es lo mejor que
podría esperarse. Nadie saca mayoría, empatados, el que gane la presidencial deberá
conversar, negociar, con candidaturas independientes, lo que brinda un espacio al dialogo
político, hoy ausente del tapete público. ¿Qué le pasó a doña Evelyn?, con un resultado
inesperadamente bajo, no sólo no pasó a segunda vuelta, sino que quedó quinta, detrás de
Jara, Kast, Parisi y Johannes Kayser. Algo insospechado, excesivamente humillante para una
mujer que dedicó su vida al servicio público. Desde otra vereda la miro, y me da lata verla en
esa condición, prácticamente subyugada por sus propios camaraden. Quienes no trepidaron
en la campaña sucia, “asquerosa” como la calificó ella misma. No trepidaron en medios, todo
sea por ganar. Así estamos en Chile, la carnicería se da entre los del mismo lado. Al final, la
derecha tradicional, la centro derecha como se autodenominaban eufemísticamente, o
“derechita cobarde”, como le denominaban sus aliados, quedó reducida a una sombra de lo
que fue. Sólo cenizas. Pero el anillo del poder afecta, hace que sucedan cosas increíbles. Y allí
vimos a doña Eve, subida al escenario del ganador del sector, dándole su apoyo, pese a las
traiciones de diverso calibre de que fue objeto. A Chile Vamos le pasó lo mismo que a la
concertación con el FA. Un nuevo partido surgido de sus propias entrañas le da el golpe de
gracia, y en tiempo record se prepara para llegar al poder.
Todas las encuestas hoy dan como seguro vencedor al candidato ultra conservador.
Aunque su performance en debates fue mas bien modesta, cuando no contradictoria. Por eso,
se cuidará de asistir sólo a dos, el que organizan las radios de Chile, agrupadas en ARCHI, y el
que organizan los canales de TV, reunidos en ANATEL. Jeannette Jara, la candidata del
progresismo, es hoy la desafiante, y pugna por llegar al enfrentamiento cara a cara, para hacer
ver las falencias, los vacíos y los silencios, de quien pretende gobernar Chile, desde un sector
conservador y reaccionario, que sólo cumplió tareas menores en los gobiernos de Chile Vamos.
Lo comentado en líneas anteriores, escapa en absoluto al interés de la señora Juanita y
su familia. Por ese lado la preocupación numero uno, es llegar a fin de mes. Poder parar la olla,
y pasar al mes que viene, y llegar a fin de año. Y mantener la pega, que no te echen.
Obviamente, mirando para todos lados en la calle, por si las moscas. Porque, aunque en
localidades apartadas como Magallanes tenemos bajos índices de delincuencia, la sicosis
colectiva instalada por los medios y el discurso político conservador, hace que incluso en
nuestras calles la gente se cuide más que antes, y ande con temor igual que si anduvieran en el
barrio alto de Santiago.
Al igual que mis amables lectores y auditores, desconozco lo que pasará el 14 de
diciembre. No se si se cumplirá lo que dicen todas las encuestas, y José ganará holgadamente
la segunda vuelta. O sucederá lo improbable, y la candidata de los nueve partidos del
progresismo, logrará romper la rueda de la fortuna y alzarse con el triunfo. Eso al igual que
ustedes, lo desconozco. Lo que sí se fehacientemente, es que el pueblo de Chile, la gente, el

electorado, los vecinos de a pie, ya están hasta la coronilla de los ofertones electorales. Nunca
antes se vio el nivel de ofertas que se vociferan a diestra y siniestra. Con absoluta falta de
responsabilidad y previsión. Me hace dudar de que la elección la tenga en el bolsillo el
candidato ultra conservador. Es de mera lógica. Si soy seguro ganador, tengo que actuar como
si ya estuviera electo. Ergo, ser cauto con las promesas, porque marzo está a la vuelta de la
esquina, y se va a cobrar todo lo prometido. Insistir en la tanda comercial, del tipo “llame ya”,
no sirve para construir políticas públicas, mucho menos para construir acuerdos en el plano
legislativo. Un destacado economista que ha hecho su vida en los Estados Unidos, Sebastián
Edwards, advertía esta semana en el diario financiero, que en un eventual gobierno de José
Kast, el crecimiento económico seguirá estancado, y será necesario llegar a acuerdos, para los
cuales se requiere capacidad de negociación, capacidad de la que carece el jefe conservador.
Varios han dado por muerto a Chile vamos, y se ha definido que después de la segunda
vuelta, será el momento de conversar sobre el futuro. Por ahora tanto los partidos de esa
coalición como el novel partido de Johannes Kayser, han jurado lealtad al nuevo jefe. Luego
será el momento de las condiciones y de las líneas rojas. Entonces, si se dan los augurios de las
encuestadoras, la segunda vuelta la ganará el líder ultra conservador. A partir de ahí se definirá
el tipo de gobierno que tendremos en Chile. El resultado de la segunda vuelta, es importante
no solo porque definirá al jefe de estado y jefe de gobierno para los próximos cuatro años, es
importante también, porque el porcentaje que obtenga determinará la forma en que se
ejercerá el poder. La existencia de contrapesos es la única salvaguarda para la democracia, y
para los sectores más vulnerables. La calidad de la actividad política depende de una intensa
interlocución entre ejecutivo y legislativo. Porque a la hora de concretar los programas de
gobierno, se requiere de los de este lado y también de los del otro. Los dos fracasos
constituyentes nos enseñaron que ni la refundación progresista absoluta ni la restauración
conservadora completa, son buenas para la salud de nuestra democracia y para la buena
convivencia.
El Chile de hoy espera soluciones y no más problemas. Las soluciones más efectivas
son las que se han determinado escuchando múltiples voces. Ese modo de hacer política
cuando se es gobierno, es lo que garantiza estabilidad social. La estabilidad y la paz social, se
consiguen con interlocución, con diálogo permanente. La estabilidad y la paz social son un
activo imprescindible en democracia, y son conditio sine qua non, del crecimiento económico y
del progreso.
Sea que ganen unos u otros las elecciones de segunda vuelta, el diálogo y la
interlocución para conseguir acuerdos, serán fundamentales para que Chile avance. Un
escenario de crispación y polarización permanente, atenta contra un tesoro inapreciable que
hemos construido entre todos los últimos cuatro años: Un clima de paz y estabilidad social,
que no se veía en más de diez años. Perder ese bien público nos alejará del camino de
reconstrucción de nuestra economía y del empleo. La paz social y la estabilidad social son un
activo que se debe poner en el centro del debate público de cara a la segunda vuelta
presidencial.
Ernesto Sepúlveda Tornero