Un profundo pesar ronda en la comunidad de Isla Navarino, por la partida de la artesana y
educadora intercultural del pueblo Yagán, Viviana Andrea Alday Chiguay. Este sentimiento se ha
desplazado por todo el territorio y en el ámbito cultural y educativo que reconoce la enorme
contribución de su legado.
Viviana, fue hija de la artesana Marily Chiguay Calderón y nieta de la kuluana Julieta Calderón Acuña.
Enseñó el Yagánkuta en establecimientos educacionales del Upushwea, honrando a sus raíces y
ancestros en la trasmisión de la cosmovisión y lengua Yagán”. Así lo expresan las voces de quienes la conocieron.
Se desempeñó como educadora de Lengua y Cultura Indígena, Elci, en el jardín Infantil de la Junta
Nacional de Jardines Infantiles “Ukika”, de Puerto Williams y, paralelamente emprendió en el tejido
de lana e hilo. En sus últimos años, ejerció como educadora tradicional de lengua yagán en el Liceo Donald Mc Intyre Griffiths, de la comuna de Cabo de Hornos.
Al respecto, Karina Meneses, coordinadora regional del Programa Intercultural Bilingüe, del
Departamento de Educación de la Secretaría Regional Ministerial de Educación, recordó: “Viviana se destacaba por ser muy comprometida con el trabajo que realizaba como educadora tradicional,
siempre mantuvimos una comunicación fluida con lo que lograba mantenerme al tanto de su labor
en el liceo. Buscaba metodologías que fueran de interés de los estudiantes, sin perder la esencia del fortalecimiento cultural”, en tanto precisó, que la semana pasada, había sido constatada por Cristina Zárraga, como respaldo en su labor de educadora tradicional del pueblo Yagán.
Por su parte, el seremi de Educación, Valentín Aguilera señaló: “Desde el Ministerio de Educación en la región de Magallanes y de la Antártica Chilena, enviamos nuestras más sentidas condolencias y respetos a la comunidad Yagán por el sensible fallecimiento de la educadora tradicional Viviana
Alday Chiguay, recordándola con especial afecto y aprecio por su dedicada labor para la preservación y rescate de la lengua y cultura ´de su pueblo en la comuna de Cabo de Hornos, tarea de gran importancia para nuestra entidad”. Junto con ello, la autoridad regional indicó que “reafirmamos nuestro compromiso para seguir acompañando el desarrollo y la promoción de la Educación Intercultural Bilingüe y de la enseñanza de la lengua y la cultura Yagán, que tiene presencia desde hace más de seis mil años en el territorio, al sur de la isla grande de Tierra del Fuego”.
La incorporación de la lengua Yagán como asignatura
El Programa de Educación Intercultural Bilingüe, PEIB, tiene una data de aproximadamente 35 años
en el Ministerio de Educación que partió como una línea y después se convirtió definitivamente en
un programa, para garantizar su permanencia y sostenibilidad en el tiempo.
Hasta antes del año 2018 los pueblos que contaban con una asignatura en el currículum por su
mayor presencia territorial en el país eran cuatro: mapuche, rapa nui, quechua y aymara. Por otro
lado, Chile, reconocía nueve pueblos por el Convenio Internacional 169 hasta ese entonces. Lo
anterior, implica que las decisiones se deben consultar a los pueblos indígenas y tribales.
A partir de la Ley General de Educación se establece que el currículum debe ir ampliándose hacia los otros pueblos que se consideran minoritarios, pero solo en el contexto del número de personas que aún mantienen viva la lengua o la cultura.
Estos cinco pueblos, entre los cuales están el Kawésqar y el Yagán, tuvieron una oportunidad en el
año 2018 en todo Chile, a través de la Consulta Indígena sobre Propuesta de Bases Curriculares para la asignatura de Lengua y Cultura de Pueblos Indígenas de 1º a 6º año básico, convocado a partir del Convenio 169. Este proceso parte en abril del año 2018 y finaliza en enero del 2019 en donde los pueblos validan una propuesta curricular, con objetivos de aprendizaje en cada curso y, definiendo qué elementos de la lengua y de la cultura se deben transmitir, siempre en el contexto de la transmisión y en un modelo distinto de clases al de la docencia.
En la consulta participaron educadores tradicionales, representantes de los pueblos elegidos por
ellos, sabios, agrupaciones, comunidades y todas las personas que se sienten parte de los pueblos
originarios, logrando actualizar el currículum y dejando de llamarse “sector de lengua indígena” para convertirse en asignatura. En el caso de nuestro territorio, dichas actualizaciones conllevaron la creación de las asignaturas: Lengua y Cultura de los pueblos ancestrales: Pueblo Kawésqar y Lengua y Cultura de los pueblos ancestrales: Pueblo Yagán.
El proceso que se gestó y desarrolló cruzando la pandemia ha significado resolver grandes
complejidades, el que actualmente, a través de la Coordinación Regional del Programa Intercultural Bilingüe, se encuentra en etapa de capacitación y constatación de competencias de los educadores tradicionales, con la guía experta de la investigadora Cristina Zárraga, nieta de Cristina Calderón.
“Ahí entró Viviana Alday, la maravillosa Viviana. Ella participaba en los talleres de capacitación de
Cristina, participó de las acciones que desarrollamos, en la consulta indígena todo el año. Era una
persona muy especial, porque tenía una forma muy acogedora de compartir sus conocimientos, que también había adquirido por herencia, por transmisión. Y de sumar y de asimilar más conocimiento y estaba ávida de aprender”, comentó Myriam Pino Ruiz, jefa del Departamento de Educación de la Secretaría Regional Ministerial de Educación, en tanto explicó que “en sus talleres ella siempre buscaba llevar a los niños al territorio donde estaban sus abuelos”, ya que el Liceo Donald MC-Intyre Griffiths, es el que tiene el mayor número de estudiantes yaganes.
De este modo, Viviana se fue incorporando a las aulas con su estilo amable, emergiendo como la
primera en incorporar la asignatura de Lengua y Cultura Yagán en la educación que se imparte en la provincia Antártica, algo histórico. Myriam lo resume en estas palabras: “es una pérdida enorme por el ser humano que era Viviana, pero también por la riqueza cultural y lingüística que ella tenía y compartía. Es para llorarla a ella, a la persona, a la mujer yagán, a la educadora tradicional, porque además fue una madre extraordinaria, saliendo adelante con sus hijos. Yo creo que el legado más importante que dejó es que por primera vez en la región, el pueblo Yagán pudo estar en el currículum de un establecimiento”.
Ahora, ese puente cultural que Viviana construyó con su vida, será transitado por las nuevas
generaciones del pueblo Yagán y ojalá, que más temprano que tarde, alguien tome la posta en la
misión de seguir transmitiendo su conocimiento ancestral.