Como Sindicato manifestamos nuestra profunda preocupación frente a los recientes despidos producidos en el marco del proceso de investigación derivado del informe consolidado de información circularizada de la Contraloría General de la República, remitido a la empresa con fecha 22 de mayo, en el cual se identifica a trabajadores y trabajadoras que habrían viajado al extranjero estando con licencia médica.
En primer lugar, como organización no avalamos conductas contrarias a la normativa vigente. Siempre hemos promovido el uso responsable, ético y legítimo de los beneficios laborales. Sin perjuicio de ello, lamentamos profundamente el impacto laboral, personal y familiar que están enfrentando nuestros compañeros y compañeras desvinculados, y reiteramos nuestro compromiso de brindarles el acompañamiento y orientación que requieran en este difícil momento.
Hacemos un llamado público a la empresa a transparentar íntegramente este proceso. Considerando que la mayoría de las desvinculaciones ya han sido ejecutadas y que se excluyeron de este proceso los casos calificados como humanitarios, no comprendemos la negativa de la empresa a entregar el listado completo de personas involucradas. Más aún cuando se nos ha señalado que en dicha nómina no figurarían ejecutivos. En casos anteriores derivados de informes de Contraloría, no se ha identificado responsables concretos, generando una percepción de impunidad y de protección institucional hacia ciertos estamentos.
Todo esto nos lleva a cuestionar si en ENAP existen trabajadores de primera y segunda categoría. No es este el primer informe de Contraloría que detecta irregularidades graves al interior de la empresa, y sin embargo, en situaciones previas no se ha invocado la causal de “falta de probidad” ni se ha sancionado a los ejecutivos responsables, a pesar de que se trata de hechos que involucran miles de millones de pesos, como ha quedado consignado en informes relacionados con:
- Proyecto Yagana,
- Parque Eólico,
- Contrato de helicópteros,
- Imagen corporativa de ENAP,
- Enajenación del edificio corporativo en Santiago,
entre otros.
En ninguno de estos casos la empresa aplicó sanciones como las que hoy se imponen a trabajadores/as por faltas individuales.
Asimismo, queremos referirnos a otro hecho reciente que también nos preocupa: la desvinculación de seis socios de nuestra organización a raíz de un accidente vehicular ocurrido en la isla. Este lamentable hecho ha revelado múltiples deficiencias que el sindicato venía advirtiendo desde hace tiempo: desorden administrativo en el área de Producción, indefiniciones sobre la cobertura de faenas en ciertos horarios, falta de supervisión en turnos nocturnos, entre otros aspectos críticos. Estas falencias se agudizaron tras el proceso de despidos de abril de 2024, el cual dejó estructuras operativas incompletas y sin supervisión zonal efectiva.
A más de un año de esos hechos, los trabajadores han debido asumir funciones y responsabilidades fuera de sus atribuciones, en un contexto de incertidumbre y escasa respuesta institucional. Lamentablemente, fue necesario vivir un grave accidente para que la empresa adoptara medidas que, lejos de solucionar el problema, han traído nuevas dificultades a nuestros compañeros. En este caso, se optó nuevamente por la salida más fácil: cortar por el hilo más delgado, en vez de asumir las responsabilidades que corresponden a los niveles directivos y gerenciales.
Como Sindicato, exigimos equidad en el trato, responsabilidad en la toma de decisiones y transparencia en todos los procesos. No aceptamos que se perpetúe una lógica de sanción selectiva, en la que siempre pagan los mismos, mientras quienes tienen poder de decisión permanecen ajenos a cualquier consecuencia.
DIRECTIVA SINDICATO DE TRABAJADORES ENAP MAGALLANES