Queridos amigos y amigas de Radio Presidente Ibáñez: Hoy encendemos nuestros micrófonos y sentimos cómo cada frecuencia late con memoria y coraje. Cumplimos 18 años, pero nuestra historia se remonta mucho más atrás: a los ochenta, cuando cada palabra lanzada al éter era un acto de valentía, cada transmisión una chispa de resistencia. En aquellos tiempos oscuros, nuestros micrófonos no callaron; llevaron verdad, esperanza y democracia a quienes necesitaban escuchar. Radio Presidente Ibáñez renació de su última prueba, recibió la bendición de Roque Tomás Scarpa y de los próceres de la radiotelefonía de Magallanes. Desde entonces, nuestra señal ha sido firme: pluralidad, honestidad y compromiso con la verdad. No ha sido fácil; muchas veces la puerta estuvo a punto de cerrarse, pero siempre ganó la convicción, siempre ganó la tenacidad. Este es nuestro motivo de vida: mantener la voz viva para quienes nos escuchan. Hoy escuchamos también las voces de quienes ya partieron. Sus palabras quedaron grabadas en nuestras cintas, pero más aún, en nuestra memoria. Ellos nos enseñaron que la radio es un puente que une generaciones, que cada onda es un abrazo que cruza el tiempo, y que cada palabra tiene el poder de cambiar el mundo. Hoy ya no somos solo una isla al fin del mundo. Somos radio, televisión y tenemos señal de internet que cruza fronteras y océanos. Nuestra presencia parte desde aquí, desde el principio, para llegar al mundo entero. Cada micrófono encendido es un faro. Cada noticia, cada historia, cada risa y cada emoción es un hilo que nos conecta con todos ustedes. Esta radio es de quienes nos escuchan, de quienes nos acompañan, de quienes creen que la voz libre importa. Que sigan los años, y que siga la señal que nos une. Mientras haya alguien escuchando, mientras haya alguien creyendo en la verdad, Radio Presidente Ibáñez seguirá vibrando, seguirá contando, seguirá viva… y siempre lo estará, porque siempre hay voces nuevas… voces que nunca se apagan.