Con un lleno total en la Salón de Uso Múltiple, la noche del sábado se llevó a cabo la gran final del Desafío Escenario 2025, ese certamen de talentos organizado por la Ilustre Municipalidad de Cabo de Hornos que, en su última edición, logró niveles de participación y asistencia nunca antes vistos y que, con estos atenuantes, se está volviendo un clásico del invierno patagónico.
La jornada de cierre comenzó a las 20 horas con un público que se agolpó en el recinto desde temprano, pese a las bajas temperaturas. Entusiasmo palpable en todas las categorías, tanto infantiles y de adultos, en canto como en baile, fue todo sin dudas una fiesta. Desde el ingreso, el ambiente era de fiesta: patio de comidas, accesos fluidos y una comunidad entera dispuesta a celebrar a sus artistas.
La ovación fue una constante, no solo para los ganadores sino para cada uno de los participantes. “Fue algo nunca antes visto”, aseguran con cierto asombro, y mucho agrado, tanto asistentes como organizadores. El despliegue escénico, la producción técnica y la respuesta del público dejaron la vara alta para futuras ediciones.
Los ganadores de este año fueron Mía y Amanda Olivares, primera y segundo lugar en categoría canto, quienes se destacaron por su calidad artística, carisma y conexión con el público. La premiación se realizó al cierre del evento, con emoción en el escenario y aplausos prolongados desde las gradas.
Durante la semana, el alcalde de la comuna, Patricio Fernández, había destacado el sentido profundo de esta actividad, señalando que:
“Bueno, muy feliz hoy día de esta actividad del desafío a escenario. Ya van más de ocho años realizando esta actividad, una actividad familiar en temporada de invierno, donde a veces el frío nos deja en la casa, pero te invita a reunirse en familia y a disfrutar de los talentos que son nuestros hijos. Los dejamos invitados durante esta semana y este día sábado la finalización y después próximamente la fiesta de la nieve”.
El Desafío Escenario 2025 comenzó el pasado lunes 8 de julio con su primera noche de competencia. Desde entonces, cada jornada fue sumando público y expectativa. Esa primera jornada sirvió de bienvenida y puesta en marcha, con una convocatoria abierta a votar por los participantes mediante el uso de cédula de identidad. Además, el renovado patio de comidas se convirtió desde el inicio en un punto de encuentro familiar.
El martes 9, el segundo día tuvo como momento destacado la presentación del jurado Eric Muñoz Esparza, quien compartió escenario y brindó una muestra de su talento. El miércoles 10, el ritmo de la competencia creció con fuerza, y esa tercera noche sumó a Rubén Álvarez —también jurado de esta edición— como invitado especial.
La cuarta noche, el viernes 11, tuvo un cierre con tributo a Mon Laferte que levantó al público de sus asientos. Esa penúltima jornada consolidó el ambiente de camaradería entre los participantes y el entusiasmo general de la comunidad.
Finalmente, la noche del sábado coronó una semana de talento, participación y encuentro, donde el frío no impidió que el calor del arte y la identidad local se impusieran. El Desafío Escenario volvió a demostrar que es mucho más que una competencia: es un punto de reunión cultural en pleno invierno austral.