Amigos y amigas, este fin de semana, Chile entero amaneció conmocionado, una vez más un ataque
de crueldad inusitada golpea la institución de Carabineros de Chile, en Cañete, región del Biobío. El hecho
ocurrió la madrugada de este sábado, costando la vida a tres funcionarios, justamente en el día en que se
celebraba el aniversario número 97 de Carabineros de Chile. Expresiones de dolor y solidaridad se produjeron espontáneamente por todo el país. El gobierno dispuso tres días de duelo nacional, y el propio presidente de la república, se desplazó a la zona, acompañado del general director de Carabineros, del director de la PDI, la ministra del interior y seguridad pública, el subsecretario del interior. Pero también el presidente de la Corte suprema, la presidenta de la cámara de diputados y el presidente del senado, asimismo el fiscal nacional. En un gesto cargado de simbolismo, el estado de Chile, representado por quienes encarnan los tres poderes del estado, se constituyeron en la zona, para dar una señal de unidad nacional frente a un atentado, claramentebterrorista. No se trata de un hecho aislado de la mal denominada “violencia rural”, es una manifestación clara y evidente, de que los grupos armados que operan en la Araucanía, y en la provincia de Arauco, tienen el carácter de organizaciones terroristas. No se trata de delincuencia común, quienes cometen actos como el incendio de iglesias, de lugares de trabajo y maquinarias, el incendio de predios y cosechas agrícolas.
Tampoco tienen estos actos demenciales, relación alguna con la reivindicación del pueblo mapuche, como se ha pretendido vincular por actores interesados. La investigación de fiscalía arrojará luces, sobre lo que hoy se desconoce. No sabemos, si esta acción demencial, tiene alguna relación con la justa y severa condena, al líder de una banda criminal que asoló la zona. La condena a Héctor Llaitul, a 25 años de presidio, viene a confirmar la existencia de grupos armados, dotados de organización, planificación y logística, ajena a la delincuencia común.
La justa indignación de las familias de los carabineros fallecidos, no debe hacer retroceder ni un
centímetro la acción del estado, para que se recupere la seguridad y la paz, en que toda persona merece vivir.
Se debe perseverar en el trabajo ordenado y efectivo, de los órganos de persecución penal, apoyadas en la zona por las fuerzas de orden y seguridad, y por personal de las fuerzas armadas. Recordemos que rige en la zona el estado de excepción constitucional de emergencia, que permite tomar medidas para restringir libertades, como el derecho de libre desplazamiento. Como medida inmediata, se dispuso toque de queda desde las 00.00 hrs. Hasta las 07,00 hrs., para asegurar la zona donde ocurrieron los graves hechos. Es indudable, que la primera condición para que se respete el estado de derecho en un país, es que el gobierno, el poder legislativo y judicial, puedan garantizar la seguridad y la paz en todo el territorio. Esta es conditio sine qua non, para el ejercicio de todo otro derecho. Es la tarea a la que están llamadas todas las fuerzas políticas del país. Una misión enorme, que requiere actuar con responsabilidad, con templanza, con prudencia, pero con toda la firmeza de quienes invisten la representación de la soberanía popular. Lamentablemente, falta mucha altura moral, en nuestra clase política. Y como ha sucedido en otras ocasiones, las figuras más mediáticas del sector conservador, salieron a hacer sus puntos políticos. Cual más, cual menos, salió a dar sus recetas, recomendaciones, cargadas de frases para la galería. Aprovechamiento político, sin sensibilidad alguna, ni por los deudos, ni por la institución de Carabineros. Cuanta falta hace una clase política, con espíritu altruista, que vea el interés general, el bien del país, más que el provecho de corto alcance, para alguno de los mini partidos que medran en el parlamento.
Pero no se confundan, mantengo plenamente mi fe, en la bondad intrínseca de las personas, y pese a
mi juicio crítico, de quienes se aprovechan del dolor ajeno, mantengo un optimismo moderado, sobre los
acuerdos que se requieren para fortalecer la seguridad y el estado de derecho en la macro zona sur. Lo que falta es escuchar más a los liderazgos sensatos, y solventes, como el subsecretario del interior. El doctor Manuel Monsalve, ha asumido una tarea complejísima, con seriedad, sin estridencia, y siempre validando la actuación profesional de las policías, y la labor de las fuerzas armadas en la zona. Muy distinto de aquellos, que infunden más temor e indignación, con discursos incendiarios, del tipo que pide reponer la pena de muerte, o privar de defensa judicial a los futuros imputados, por estos dramáticos hechos, Recuerdo a un distinguido político, hoy en el parlamento, que unos años atrás, afirmaba, que estaba dispuesto “A quemarse a lo bonzo, por la paz en la Araucanía”. Así, muy ponderado y prudente. Esto es lo que no necesita nuestro país, liderazgos que potencien lo negativo, que incrementen la rabia, la impotencia o el miedo. En las tareas concretas e inmediatas que vienen. Obviamente, dejar actuar a la fiscalía, y a las propias policías. Hay que valorar lo que ya han logrado estos organismos, con el apoyo de las fuerzas armadas, y la coordinación de la subsecretaría del interior. Se lograron más de 400 condenas en 2022, y más de 300 en 2023, por graves delitos y crímenes en la macro zona sur. De hecho, hasta este cobarde ataque, los hechos de mayor gravedad, habían disminuido notablemente en la zona.
Pero hay una tarea, que involucra a quienes hoy tienen la oportunidad de reivindicarse ante la ciudadanía, y quizás subir un poco ese 1% de aprobación que mantienen en las encuestas de opinión. Me refiero al
congreso nacional. Hay ahí una tarea pendiente, según reportan distintos analistas, existen pendientes en el parlamento, proyectos de ley, que son totalmente atingentes a la materia que nos angustia. En particular, me refiero al proyecto sobre persecución de conductas terroristas, es del mes de abril de 2019, lleva 5 años de discusión. Hoy se encuentra en primer trámite en el senado, lo insólito e insultante, es que el proyecto ha tenido más de setenta solicitudes de urgencia del ejecutivo, durante el gobierno anterior, la última urgencia fue solicitada en enero de 2022. Otro proyecto es el que trata sobre reglas de uso de la fuerza (RUF), este, ingresó en el mes de abril de 2023, y se encuentra en primer trámite en la Cámara de diputados. El actual ejecutivo ha solicitado en más de veinte ocasiones, tramitación con urgencia simple, suma urgencia y de discusión inmediata. Sin ir más lejos, la última solicitud de urgencia suma, la pidió el ejecutivo hace unos días, el 24 de abril pasado. Finalmente, otro proyecto de importancia estratégica para dotar de mayores herramientas al estado, para garantizar la seguridad y la paz, es el proyecto de ley de Inteligencia. Esta iniciativa, ingresó a tramitación, en el mes de noviembre de 2018, ya cumplió cinco años de tramitación, y va de camino a cumplir seis años, sin ver la luz. Este proyecto ha tenido, la insólita cifra de ochenta solicitudes del ejecutivo, para urgencias simple, suma o inmediata. Este mismo año 2024, el primero de abril, tuvo discusión inmediata, y unos días después, el 8 de abril, recién pasado, tuvo urgencia simple. Hoy se encuentra en segundo trámite en la cámara de diputados y diputadas. Juzguen ustedes mismos amigos y amigas, ¿se justifica dilatar tanto la discusión de materias que están en la preocupación cotidiana de la sociedad? Ya ha pasado bastante agua bajo el puente, y estando en la segunda mitad del gobierno progresista, parece haber quedado bien atrás, una suerte de voluntarismo inicial, para tratar estas temáticas.
Como olvidar aquel primer día de gobierno, cuando una muy apreciada y entusiasta ministra Siches, llegaba sin programación ni aviso alguno, a una comunidad en conflicto. Fue un fuerte, e incluso muy peligroso, encuentro con la realidad. Estos dos años, han sido de un gran aprendizaje, según ha manifestado el propio presidente Boric. Creo que ese reconocimiento, requiere de una dosis de humildad, un tanto ajena en la actividad política, y de allí se entiende el incombustible 30% de aprobación presidencial, que arrojan distintas encuestas. Pero, como el propio presidente ha señalado, no basta con sólo constatar los errores, y al menos en el delicado tema de la seguridad interior, se ha avanzado en corregir, y en mejorar en particular, la relación con las instituciones policíacas. El desafío de hoy, es concretar ese acuerdo amplio, ese entendimiento, que, dentro de esta misma semana, solicitaba el mundo de la gran empresa, al gobierno. Nadie podía prever, que, a escasos días, nos veríamos ante la urgencia país, de concretar este nuevo clima de dialogo, que es imprescindible, para una sana convivencia en la sociedad. Sino, y en forma inmediata, para la subsistencia, y la preservación de la vida misma.
En el fondo del corazón, creo que cada quien, desde su posición en la sociedad, desde su cosmovisión, desde su postura política, su fe religiosa, su concepción filosófica, desde su condición económica, tiene, tenemos, algo en común, todos anhelamos vivir en paz y cuidar de nuestras familias, en un espacio seguro. Este elemento en común, debiera obligar a quienes ejercen hoy el poder político, deponer la reyerta de baja estofa, dejar la trinchera, y abrazar esta oportunidad de mejorar nuestra calidad de vida. Un acuerdo que brinde mayor seguridad para las personas y familias, es imprescindible para hacer viable los derechos y garantías individuales. Sin esa condición mínima, no hay mejoramiento de derechos sociales, ni progreso social, ni las transformaciones profundas, de las que tanto se predica. Como he dicho muchas veces, soy optimista, y creo que el clima de entendimiento va a fructificar, porque está en juego la esencia misma de nuestra vida en sociedad.
Ernesto Sepúlveda Tornero